El gobierno de Francia impuso una multa histórica de 40 millones de euros (alrededor de 47 millones de dólares) a la empresa china Shein por prácticas comerciales engañosas, especialmente relacionadas con sus ofertas de precios y su impacto ambiental. Esta sanción fue anunciada por la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes (DGCCRF), tras una investigación de casi un año.
La autoridad francesa detalló que Shein manipulaba precios al alza para luego bajarlos, generando en los consumidores una falsa sensación de estar recibiendo grandes descuentos. De acuerdo con los hallazgos, en el 11% de los casos los «descuentos» eran en realidad aumentos de precio, el 57% no ofrecía ninguna rebaja real, y en el 19% la baja de precios era mucho menor a la anunciada.
Shein, una de las marcas más representativas del modelo de “moda ultrarrápida”, ha sido fuertemente cuestionada por su impacto ecológico, sus condiciones laborales y por competencia desleal. En Francia, su crecimiento acelerado en el sector de ropa y calzado ha encendido alarmas entre autoridades y legisladores.
El caso se da en medio del debate en el Parlamento francés para aprobar leyes que regulen este tipo de empresas por sus efectos económicos y medioambientales. La multa fue aceptada por Shein mediante un acuerdo con la fiscalía, lo que evitó un juicio prolongado.
En respuesta, Shein declaró a la agencia AFP que implementó las acciones correctivas necesarias en un plazo de dos meses tras ser notificada de los resultados preliminares de la investigación en marzo de 2024. Aun así, el caso refuerza la creciente presión global para una mayor regulación sobre la industria de la moda rápida.
