La Generación Z, conformada por jóvenes nacidos entre 1997 y 2012, se ha convertido en un nuevo actor social de peso en México. Reconocidos por su dominio de la tecnología y su conciencia social, estos jóvenes anunciaron que saldrán a las calles para exigir transformaciones políticas y sociales, particularmente en rechazo a las acciones del gobierno encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. El movimiento está respaldado por el colectivo “Generación Z México”, que se define como cívico, realista y apartidista.
Las redes sociales han sido el principal motor de esta convocatoria. Plataformas como TikTok, Instagram y X (antes Twitter) se han convertido en herramientas clave para organizar y difundir las protestas, evidenciando una nueva forma de activismo juvenil basada en la inmediatez y el alcance digital. Esta estrategia diferencia a la Generación Z de movimientos anteriores, que dependían de medios tradicionales para visibilizar sus demandas.
A través de la cuenta @somosgeneracionzmx en Instagram, los organizadores difundieron un comunicado convocando a una marcha nacional el 15 de noviembre, con el mensaje: “Somos jóvenes que amamos profundamente a nuestro país y estamos hartos de la misma historia, del mismo abuso y la misma corrupción”. La manifestación principal se llevará a cabo en la Ciudad de México, partiendo del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino, con la consigna de exigir la revocación de mandato de la presidenta.
Un elemento distintivo de esta movilización será la presencia de la bandera de One Piece, inspirada en el popular anime japonés, que los jóvenes adoptaron como símbolo de unidad, rebeldía y búsqueda de libertad. Este gesto conecta el activismo político con la cultura pop y refleja cómo la Generación Z mezcla sus referentes culturales con su compromiso social.
El fenómeno no es exclusivo de México. Movimientos similares surgieron en Nepal, Madagascar, Kenia y Perú, donde miles de jóvenes han salido a las calles en los últimos años para denunciar corrupción, inseguridad y crisis política, algunos con resultados significativos como la renuncia de líderes gubernamentales.
En respuesta, el diputado federal Ricardo Monreal Ávila declaró que no hay necesidad de marchas como la organizada por Generación Z Mx, pues Sheinbaum “está dispuesta a someterse voluntariamente a la revocación de mandato”. Recordó que esta figura jurídica fue impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador como un ejercicio de rendición de cuentas ante el pueblo.
Durante una conferencia de prensa, Monreal subrayó que la revocación de mandato es un derecho ciudadano y que el movimiento de la Cuarta Transformación “no teme al escrutinio del pueblo”. Añadió que “no hay motivo para la furia” y que la presidenta cumplirá con su compromiso democrático de someterse a ese proceso si así lo demanda la ciudadanía.
Finalmente, el legislador reiteró que la 4T continuará promoviendo la participación ciudadana y la confianza en las instituciones democráticas. “El poder sólo tiene sentido cuando se pone al servicio de la gente”, concluyó, en medio de un clima político en el que la juventud mexicana emerge como una fuerza social cada vez más influyente.






















