D’Avila, quien se desempeña como concejal en la ciudad de Porto Alegre, Brasil, encontró 62 currículums en la basura y en lugar de tirarlos, decidió repartirlos en empresas locales. Sorprendentemente, de esta manera, consiguió empleo a 14 personas que en su momento fueron relegadas del mundo laboral.
Tras hallar los documentos, el joven volvió a escribir varios de los CV porque estaban dañados y los colocó en una caja a la cual nombró “joyero de currículums”, y con caja en mano, visitó empresas locales donde sabía que había vacantes y logró conseguir 14 puestos.
El héroe sin capa, señaló en una publicación que hizo en redes sociales, que era una vergüenza que los reclutadores hubieran tirado los currículums, pues no solo desecharon sus aspiraciones, sino que expusieron datos personales como direcciones y números telefónicos.