El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, informó que no existen indicios de que los policías municipales encargados de la seguridad del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, tuvieran vínculos con el crimen organizado. La aclaración se da tras el asesinato del presidente municipal, ocurrido esta semana en Michoacán. Harfuch enfatizó que los escoltas pertenecían al círculo primario de seguridad del edil y que su reacción armada durante el ataque fue en defensa del funcionario.
Por su parte, Ricardo Trevilla Trejo recordó que fue el propio Manzo quien eligió al personal encargado de su resguardo, lo que hace poco probable una infiltración criminal dentro de su equipo. Sin embargo, las autoridades no descartan ninguna línea de investigación hasta esclarecer completamente los hechos.
Durante la agresión, uno de los escoltas del alcalde repelió el ataque y abatió a uno de los agresores. El cuerpo del atacante no portaba identificación, aunque según Harfuch, se han detectado pistas a través de cámaras de videovigilancia que permitirán determinar su identidad y los lugares que visitó antes del crimen.
Las autoridades continúan investigando a qué grupo delictivo pertenecía el agresor, ya que en la zona operan células como Los Viagras, el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Blancos de Troya. Harfuch señaló que, para no entorpecer las indagatorias, se revelará más información conforme avance la investigación.






















