Culiacán, Sinaloa.- Adolfo Beltrán Corrales afirmó que la declaración de improcedencia de su candidatura a la dirigencia del PAN en Culiacán es una venganza y revancha política en su contra por el pleito cantado que existe entre él y Sebastián Zamudio Guzmán, dirigente estatal del albiazul.
“Nosotros entendemos que esto es una situación que tiene que ver en que hay una confrontación directa entre grupo, que hay un pleito cantado entre Sebastián Zamudio y su servidor, porque nosotros hemos señalado las situaciones y lo hemos exhibido y pues estos es una revancha es una venganza en contra nuestra”, aseguró.
Explicó que la Comisión Organizadora del Proceso no tiene facultades para invalidar un registro por lo que se están excediendo en sus funciones, se trata de una comisión auxiliar y las personas que la integran no tienen ni la más mínima idea de lo que están haciendo.
Por ello anunció que interpondrán una serie de recursos ante la sala regional del Poder Judicial de Guadalajara pero además no descartan llevar a cabo movilizaciones porque hay muchos panistas indignados porque sin cuidar las formas pretenden dejarlo fuera de la contienda con argumentos que ellos aseguran son válidos.
Acusó que a Roxana Rubio presidenta de la Comisión Organizadora le mandataron declarar improcedente su registro pero en realidad quien está detrás de todo es Adolfo Rojo aspirante a la dirigencia estatal del PAN.
“Le mandataron a hacer eso y ella pues prácticamente lo está firmando pero quien opera todo es directamente Adolfo Rojo que es el que controla todos los hilos del partido, así como Sebastián es una marioneta pues tiene muchas marionetas ahí que jalan los hilos y todos operan para allanarle el camino al “popo” Rojo”, aseguró.
Beltrán Corrales acusó que con estas estrategias pretende allanarle el camino a Jorge González quien también se registró por la dirigencia del PAN municipal porque saben que en una elección democrática él no tiene adversario que pueda hacerle mella y arrasarían en una asamblea por lo que están tratando de una manera tramposa impedirle que siga dirigiendo el partido en Culiacán.
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