Entre empresarios, agricultores e industriales, hay preocupación e incertidumbre por la falta de una política de crecimiento económico de largo plazo en Sinaloa que les permita no quedarse rezagados y aprovechar la dinámica de desarrollo que se está dando en otras regiones del país, como resultado del llamado “nearshoring” o relocalización de empresas trasnacionales en México, advirtió Cristina Ibarra Armenta.

La especialista en Desarrollo Regional de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), estableció que este sentir de los diferentes sectores se hizo palpable en reciente reunión del Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa, en la cual se coincidió en la necesidad de que el Gobierno del Estado implemente un plan bien estructurado de crecimiento.

“El problema es que Sinaloa empieza a quedarse en un limbo, es decir, no está en el norte, no estamos en el corredor transístmico donde ya hay un enorme flujo de inversiones. Ya hay empresas que se están relocalizando, pero pues entonces nos quedamos entre los que no van a crecer. Si ahorita el sur está atrasado, entonces el sur nos va a rebasar”, comentó.

Ibarra Armenta subrayó que no se trata de que el Gobierno del Estado de Sinaloa le ponga todo a los sectores, sino más bien que genere las condiciones para que los diferentes sectores productivos se puedan desarrollar.

“Es algo muy bueno el tema de la presa Santa María, que haya más módulos de riego y hectáreas de riego, sin embargo, los productores dicen: ¿qué vamos a sembrar? porque ya vimos que en maíz somos excedentarios y que, si todos nos ponemos a sembrar maíz o vamos a hallar qué hacer con él”, ejemplificó.

Añadió que si llegarán industrias grandes a instalarse de manera intensiva es un hecho que en Sinaloa se van a tener problemas con el agua, porque con todo y que se tienen 11 ríos, en los meses de mayo y junio siempre están las presas a niveles muy bajos.

Reconoció que la Secretaría de Economía de Gobierno del Estado ha hecho su labor en cuanto a la gestión y apoyo a las empresas, pero se requiere una política más agresiva para que Sinaloa logre insertarse en la dinámica de atracción de inversiones.

“Si Sinaloa no logra insertarse en la atracción de empresas en la perspectiva del ‘nearshoring’, pues entonces nos vamos a quedar ahí en el atraso. Si ahorita es cuando están llegando las empresas y no logramos obtener esas inversiones, pues van a pasar otros 30 o 40 años y todo el norte va a seguir industrializado, el Bajo, la zona de Guadalajara y la parte del corredor transístmico pues también van a crecer y nosotros qué vamos a hacer”, cuestionó Cristina Ibarra Armenta.

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