CHRISTIAN BERNAL

Mazatlán, Sin.- Tras dos meses de cuarentena debido a la pandemia del COVID-19, los constructores del Sur de Sinaloa caminan contra corriente, pues, aunque la obra pública sigue trabajando, la privada se ha detenido, así lo dio a conocer Quel Galván Pelayo, Consejero de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

Galván Pelayo mencionó, que ha sido demasiado complicado seguir con la actividad, pues la mayoría de los empresarios no la están pasando nada bien, aunque no tiene una cifra exacta de cuantos trabajadores han sido desempleados.

“Los constructores que son  micro empresarios, que es el 95 por ciento, no tienen para sobrevivir más de una semana pudiendo pagar sueldos, pagar sus compromisos de ahí para adelante ya son empezar a crear deudas y no poder seguir trabajando”, comentó Galván Pelayo.

El dirigente puntualizó, que a nivel nacional se estima un aproximado de dos mil 500 empresas que no regresaran a la normalidad como constructores es por eso que se prevé un daño grande.

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