Los Chicago Bears consiguieron un triunfo dramático por 25-24 gracias a un gol de campo en los últimos segundos del pateador Jake Moody, consolidando su posición en una temporada altamente competitiva.
El duelo fue equilibrado en todos los frentes, con ambas escuadras mostrando defensas efectivas y errores costosos.
Moody, con precisión perfecta en tiros largos, se convirtió en la figura del encuentro y en el reflejo del valor que tienen los especialistas en la NFL moderna.
En otros resultados, los Falcons impusieron su poderío terrestre y los Bills confirmaron por qué su defensa es la más temida de la liga, frenando a su rival con un promedio de apenas 3.8 yardas por intento.
Estas actuaciones comienzan a marcar tendencias en una NFL donde los detalles definen los resultados.
Con tres semanas de competencia, queda claro que cada punto, cada despeje y cada jugada pueden marcar la diferencia entre la gloria y la frustración.






















