La Selección de Japón dio un golpe de autoridad al remontar un 0-2 y vencer 3-2 a Brasil, consiguiendo así su primer triunfo en la historia ante la verdeamarela.
En un partido amistoso de la Fecha FIFA de octubre, los dirigidos por Hajime Moriyasu mostraron temple, orden y un fútbol vertical que desconcertó al cuadro de Carlo Ancelotti.
Brasil parecía tener el encuentro controlado tras dominar el primer tiempo, pero en apenas 19 minutos Japón dio la vuelta al marcador con intensidad, precisión y carácter.
El combinado asiático, ya clasificado al Mundial 2026, continúa sorprendiendo al mundo con su evolución y madurez futbolística.
Su estilo de juego, basado en la velocidad, la presión alta y la disciplina táctica, refleja el éxito de un proyecto sólido que mira al futuro con ambición.
Más que un resultado histórico, este triunfo representa una confirmación: Japón ya no es una promesa, sino una realidad competitiva en el panorama internacional.
