Los jóvenes que hoy inician su vida laboral podrían tener que jubilarse hasta los 71 años si solo logran cotizar 30 años, según un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y la Fundación BBVA. El objetivo sería alcanzar una pensión que iguale su último salario, lo cual sí sería posible a los 65 años solo para quienes acumulen 40 años de cotización, o a los 68 si han cotizado 35 años.
El informe advierte que la dificultad para acceder a empleos estables a temprana edad complicará que los jóvenes de hoy completen carreras laborales largas. En 2024, la tasa de ocupación entre personas de 16 a 29 años fue del 43.2%, muy por debajo del 58.7% registrado en 2007. Esta situación los obligará a trabajar más años para garantizar una pensión digna.
Las reformas al sistema de pensiones tampoco juegan a favor: para 2027, la edad ordinaria de jubilación será de 67 años para quienes no alcancen 38.5 años cotizados, y será necesario tener al menos 37 años de aportaciones para obtener el 100% de la pensión. Además, desde 2044, la base reguladora se calculará con los 27 mejores años dentro de los últimos 29.
Según las proyecciones a 2065, mientras más corta sea la vida laboral, menor será la pensión comparada con el último salario. Esto, sumado a sueldos bajos y empleos precarios, pone en riesgo el bienestar de las futuras generaciones, tanto en su vida activa como durante la jubilación.
La única alternativa para evitar retrasar el retiro será contar con ahorros privados o ingresos complementarios. De no ser así, el estudio indica que solo con 40 años cotizados y una jubilación a los 65 se podría obtener una tasa de reemplazo neta del 100%. Con 35 años, habría que jubilarse a los 68, y con 30 años, hasta los 71.