El Clásico Joven se robó los reflectores del fin de semana, y con justa razón.
La Máquina de Cruz Azul asestó un golpe de autoridad en el Estadio Azteca, venciendo 2-1 a las Águilas del América en una batalla de orgullo y estrategia.
Este no es un triunfo cualquiera para los cementeros; es una inyección de confianza pura que revitaliza su campaña, mientras que para el América es un recordatorio severo de que en los clásicos, la etiqueta de favorito se desvanece al silbatazo inicial.
En otros frentes, la jornada mostró las dos caras de la moneda.
Las Chivas cumplieron con su gente en Guadalajara al despachar 2-0 a un Mazatlán que sigue sin encontrar la brújula fuera de casa, tres puntos que son oro para las aspiraciones del Rebaño.
Mientras tanto, en un choque de titanes en el norte, Rayados y Pumas no se hicieron daño y firmaron un empate 1-1 que, si bien suma, deja un sabor agridulce en dos equipos construidos para pelear por la cima.
