Alexa Figueroa

Culiacán, Sinaloa.- La muerte de una persona siempre resulta dolorosa para sus conocidos, sin embargo, al sufrir la muerte de un familiar o un ser querido como víctima de COVID-19 este sentimiento se incrementa a gran escala, ya que debido a la situación se imposibilita un último beso o abrazo y el realizar los rituales de cierre como velatorios y funerales para despedir a esa persona.

Entrevistado para Viva La Noticia, el especialista en psiquiatría, José María Conde Gámez explicó que estas circunstancias los duelos de los familiares podrían ser más intensos y traer consigo síntomas de negación, culpa e irritabilidad, necesitando así la ayuda de la psicoterapia.

“Digamos que es un agravante a la perdida normal, al proceso del duelo, a lo mejor se va a prolongar más, pero para eso está la psicoterapia, para ayudar a que esos procesos se den de manera más rápida y adaptativa, y al fin y al cabo la persona tendrá que entender que es una situación ajena a nosotros, mayor a nosotros y que no tiene ninguna culpa de haber seguido las indicaciones de la Secretaría de Salud de cómo deben hacerse las cosas”, dijo.

Señaló que si el proceso de duelo perdura más de 6 meses ya será necesario contactar con algún especialista, ya que de no ser tratado a tiempo puede provocar en los familiares más cercanos una reacción depresiva que se puede complicar.

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