Por : Dra. Emma Karina Millán Bueno.
Ante la llegada de un virus poderoso, nos confinamos en casa para protegernos, evitar la propagación del COVID-19 y salvar la vida de nuestros seres queridos, que lamentablemente ha venido a trastocar nuestras actividades, entre ellas las familiares, personales, laborales, educativas, religiosas, y como saldo a dejado a muchas familias con dolor, duelo y con serias crisis económicas.
Ahora el comedor de casa se convirtió en centro de operaciones escolar, donde la mamá es la principal protagonista, con amplia desigualdad, cargas domésticas y violencias ancestrales inquistadas en el hogar. Nos previnieron que duraría un mes, luego otro y de repente aquí seguimos enfrentando un reto muy grande, el ser, en el mismo lugar, madres, padres, maestras, técnicas, cocineros, servicio doméstico, home office y lo que le agregues.
Quizá hay y hubo momentos en que quisimos tirar la toalla o bien, ver arriba con súplica divina, para levantarnos con una nueva esperanza. La pregunta es ¿qué le estamos enseñando con esto a nuestros hijos e hijas?, ¿Qué estamos aprendiendo nosotros?, ¿Cómo sociedad hemos sido solidarios?, ¿Crees que será momento de dejar la educación para otro año?… Claro que no… Es momento de seguir, reinventar y demostrar que la crisis es un momento de oportunidad para continuar superándonos.
Nuestros hijos, hijas y nosotros mismos estamos reacomodándonos a un sistema educativo de más de 200 años de modalidad presencial, nos resistíamos a usar las tecnologías y creímos que serían años luz para poder vivir algo como esto. Perdimos un ciclo de risas, de juegos en el jardín, de aulas llenas de preguntas y voces inquietas, de graduaciones, de viajes escolares, de salida con las y los amigos, la chicharra de la escuela simplemente descansó. Debemos puntualizar que las y los docentes, son insustituibles y anhelamos un pronto regreso a las aulas. El momento aquí está ahora y los docentes, los alumnos, las familias, hemos aportado lo que sabemos y lo que no sabemos. Vencimos problemas de infraestructura, de conectividad, de materiales. Que, por cierto, hablando de conectividad, de internet, de WhatsApp, de plataformas, de correos electrónicos, televisión. ¿Tú que has usado? Hay familias que no tienen computadoras, menos internet, los megas no alcanzan, familias con muchos hijos, en diferentes grados académicos, ¿cómo hacerle para tener internet, datos, megas cuando no hay empleo, ni ingreso, ni alimentos?
Muy importante ha sido la labor nuestro Gobierno del Estado, a través de todo el aparato para dar apoyo alimentario a familias de escasos recursos en todo Sinaloa, impulsar de inmediato clases en línea, por televisión, así como dotar uniformes y útiles escolares. También se trabaja en equipar y dotar de recursos tecnológicos, que mucho ayudarán para impartir y recibir clases. Mi reconocimiento por ser un Gobernante activo, participativo y cercano a la gente. Las familias y la educación es la prioridad de este Gobierno, y tiene en el Magisterio Sinaloense al mejor equipo para atender y educar a nuestros niños, niñas y jóvenes.
Las empresas nos han vendido una fantasía de buen internet, que en realidad se satura y funciona mal, interrumpe clases y se pierde seguimiento. Mandar trabajos a la secundaria, a la prepa, tomarles fotos a los trabajos es el día a día de las y los estudiantes.
Pero también hablemos de los docentes, también son padres y madres de familia, nos han dado su sala, su computadora, su luz, su agua, sus horas extras para sacar el semestre. Siempre firmes, mi reconocimiento para ellos y ellas que son héroes, que con mucho esfuerzo y capacidad se preparan para programar, dar sus clases con su mejor actitud.
Lo cierto es que todos y todas hemos aprendido algo. Hemos recuperado tiempo que no teníamos para estar con la familia, con los hijos e hijas, con la pareja, hemos tenido tiempo para leer, reír, llorar, cocinar, reflexionar, etc.
Abrazamos la esperanza, la ilusión para que la pandemia pase y llegue el momento de volvernos a abrazar y ver a las personas que mas amamos y queremos.
La educación en la pandemia, nos ha enseñado que de todo y de todas podemos aprender algo, y que también desaprendiendo hemos innovado en la educación. Los niños han enseñado a los jóvenes, los jóvenes a los adultos y los adultos al mundo entero. Valoremos la vida y cuidemos lo que mas nos importa, La Familia.