La Tortuga de Pantano de Yucatán (Kinosternon creaseri), conocida en lengua maya como Xtuk’is, elevó su nivel de riesgo de extinción a la categoría de “Casi Amenazada”, informó Luis Fernando Díaz Gamboa, director de la Red para la Conservación de los Anfibios y Reptiles de Yucatán (RCARY). El especialista advirtió que si esta especie desaparece en el estado, se extinguiría por completo en el planeta, pues su distribución se limita a una pequeña región del sur de Yucatán, entre los municipios mayas de Oxkutzcab y Tekax.
El académico explicó que esta tortuga dulceacuícola habita principalmente en jaltunes, acumulaciones de agua formadas en rocas calizas. Señaló que en Yucatán existen 12 especies de tortugas terrestres y acuáticas, de las cuales la mitad están en riesgo de desaparecer. Entre ellas se encuentra la Tortuga blanca (Dermatemys mawii), conocida como Suc aak en maya, que se encuentra en “Peligro Crítico” de extinción.
Otras especies de la región que ya comparten la categoría de “Casi Amenazadas” son la Tortuga Almizclera (Claudius angustatus), la Tortuga Mojina de Monte (Rhinoclemmys areolata), la Tortuga Tres Lomos (Staurotypus triporcatus), la Tortuga Pecho Quebrado de Tabasco (Kinosternon acutum) y la propia Tortuga de Pantano Yucateca, según la clasificación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
De acuerdo con los criterios A2c+4c de la Lista Roja de la UICN, la población de la Xtuk’is ha disminuido de forma significativa, se encuentra altamente fragmentada y enfrenta una reducción continua de su hábitat natural. El cambio reciente de su estatus —de “Preocupación Menor” a “Casi Amenazado”— se dio tras una evaluación biológica presentada por especialistas de la RCARY ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Los estudios incluyeron trabajos de campo prolongados para reunir evidencia científica que sustentara la actualización del estatus de la especie. Díaz Gamboa explicó que esta tortuga, también conocida como tortuga de barro, vive en sartenejas y jaltunes, pequeños cuerpos de agua temporales formados por lluvia. Su principal defensa ante los depredadores es una glándula de almizcle, que emite un fuerte olor para disuadir ataques.
Finalmente, el experto subrayó que la conservación de la Xtuk’is depende directamente de la preservación de su hábitat natural, el cual se encuentra cada vez más amenazado por el cambio climático y el aumento de las sequías en la Península de Yucatán. Si las condiciones ambientales continúan deteriorándose, advirtió, la especie podría escalar rápidamente al nivel de “Peligro Crítico” de extinción, lo que implicaría su desaparición total del planeta.






















