La Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) tiene su agenda, sus compromisos, con clases ya en sus aulas, con entrenamientos en sus instalaciones deportivas y generando en sus espacios arte y cultura. La agenda de compromisos que las y los diputados de la LXIV Legislatura del Congreso del Estado tengan y los errores que hayan cometido respecto a la Ley Estatal de Educación Superior son de ellos, señaló tajante el Encargado del Despacho de Rectoría, el doctor Robespierre Lizárraga Otero.
Comentó que resulta curioso que los legisladores hagan “llamados” al diálogo, cuando ellos mismos fueron los que no atendieron a la Universidad cuando solicitó modificaciones a la Ley por ser inconstitucional, cuando se encargaron de hacer todo mal y se dedicaron a enfrascarse en una absurda lucha en contra de la UAS en lugar de apoyarla y participar de manera propositiva, con ataques políticos y mediáticos echándole encima a la Auditoría Superior del Estado de manera ilegal.
Señaló que la Universidad no está a la par de los afanes, caprichos y desesperaciones políticas de quienes tienen que dejar su cargo como diputados el próximo 30 de septiembre, pues en tres años no fueron capaces de construir acuerdos y hacer bien una ley a pesar de que muchos de los integrantes de la Legislatura tienen un largo recorrido en el recinto parlamentario.
Indicó que la Universidad ha estado lista para recibir a los más de 170 mil estudiantes en sus instalaciones a lo largo y ancho del estado, pero también para dar la lucha por la defensa de la autonomía, señalando que no se cederá ni un ápice porque sería conceder ante el abuso, el autoritarismo y la ilegalidad.
“Bienvenidos a la Universidad, están ustedes en el lugar y en el momento correcto. Sepan ustedes que los respalda una gran institución, con trabajadores y trabajadoras comprometidos con la función que tienen con el pueblo de Sinaloa, que es formar nuevos y mejores profesionistas. Sigamos adelante, hay que defender a la UAS, hay que defender a la autonomía; ¿cuál es la mejor manera de hacerlo?, en las aulas, en los campos deportivos, en los gimnasios, en los lugares donde hacemos arte y cultura. La invitación es a ello, a defender a la Universidad de la mejor manera, trabajando”, indicó.
Lizárraga Otero detalló que, si se hubiera cedido ante la defensa de la autonomía, la UAS estuviera sometida y probablemente tendría que bajar la matrícula ante lo deficitario que es su presupuesto, lo cual provocaría que muchos de los jóvenes que hoy fueron parte de la cobertura universal se hubiesen quedado sin la posibilidad de estudiar el bachillerato o una licenciatura.