Al iniciar este lunes la prohibición de comida chatarra en las 5 mil 982 escuelas públicas y privadas de Sinaloa, la subsecretaria de Educación Básica, Catalina Esparza Navarrete, señaló que la medida se aplicará de manera gradual en las unidades de consumo escolar y que de incumplir la obligación estas tiendas podrían ser clausuradas.
La funcionaria de la Secretaría de Educación Pública y Cultura dijo que habrá cierta tolerancia a quienes manejan las unidades de consumo escolar, aunque después de algunas semanas se supervisará que estén dejando de vender productos como frituras, refrescos, dulces y productos ultraprocesados con exceso de azúcar, grasas saturadas y sodio.
Esparza Navarrete señaló que el objetivo es promover hábitos alimenticios saludables entre los estudiantes y también se busca reducir los índices de obesidad infantil y enfermedades relacionadas con la mala alimentación.

La subsecretaria de Educación Básica señaló que no habrá revisión de mochilas a los alumnos para ver si llevan productos chatarra por cuestiones de respeto a sus derechos humanos, y en todo caso se hará conciencia en los padres de familia para que les incluyan alimentos sanos.
Esparza Navarrete insistió en que habrá inspecciones periódicas en las escuelas para garantizar el cumplimiento de la normativa por parte de estas tiendas o unidades de consumo escolar porque ya es momento de preocuparse por los índices de obesidad en la niñez de Sinaloa.
Resaltó que a la par de esta medida se planea desarrollar programas de educación nutricional para concientizar a los estudiantes y sus familias sobre la importancia de una alimentación equilibrada.