Culiacán, Sinaloa. Tras los ‘narcobloqueos’ que se registraron la tarde de este jueves sobre la carretera Internacional México 15 a la salida norte de Culiacán, autoridades lograron liberar la vialidad en las últimas horas de la noche de este mismo jueves.

Algunos de los trailers, camiones de carga y transportes de pasajeros que fueron quemados por los delincuentes quedaron atravesados sobre la carretera impidiendo el paso vehicular en ambos sentidos.

Las unidades estuvieron ardiendo en llamas por varias horas hasta que por la noche fueron sofocadas por elementos de bomberos.

Algunos de los vehículos que quedaron reducidos al chatarra fueron retirados con grúas y el resto fueron removidos con ayuda de una retroexcavadora a la orilla de la carretera.

Elementos del Ejército y de la Guardia Nacional brindaron seguridad a los elementos de rescate y a los operadores de las grúas mientras se realizaban las maniobras.

Todavía por la noche de este jueves, los restos de un tráiler que fue quemado en el acceso a la rampa que conduce hacia el Seminario se volvieron a incendiar.

Los letreros que se encuentran frente al seminario con la leyenda Los Mochis-Seminario sufrieron daños por el fuego del tráiler que fue incendiado a pocos metros y por disparos de arma de fuego.

El tramo que comprende sobre la carretera Internacional México 15 desde la comunidad de La Presita a la comisaría de El Limón de los Ramos quedó en tinieblas, ya que las luminarias se quedaron sin energía eléctrica.

En las últimas horas de la noche este jueves y la madrugada de este viernes se podía observar intensa movilización militar en la zona donde se registraron los ‘narcobloqueos’.

Los recorridos sobre la carretera internacional eran constantes para evitar que se volviera a iniciar otro brote de violencia.

Durante las acciones por parte de la delincuencia, fueron utilizados varios camiones de carga para bloquear la carretera.

También fueron despojados tráilers y transportes de pasajeros para bloquear la carretera libre y algunos de ellos fueron quemados por los grupos de sujetos armados.

Los delincuentes también arrojaron decenas de dispositivos de acero de los llamados ‘ponchallantas’ para dañar los vehículos militares, pero decenas de automovilistas que circulaban sobre la carretera también resultaron dañados por estos artefactos de acero diseñados especialmente para destruir los neumáticos.

Los sujetos armados fueron captados desde los moteles ubicados a la salida norte de Culiacán, hasta el poblado La Campana y el acceso a la carretera que conduce a la sindicatura de Jesús María.

A raíz de los reportes de vehículos incendiados y gente armada, cientos de negocios en Culiacán fueron cerrados, mientras que prácticamente todos los camiones urbanos abandonaron las rutas dejando a miles de usuarios varados.

Esta situación obligó a los culiacanenses trasladarse a pie hasta sus domicilios y algunos de ellos recorrieron grandes distancias.

Algunos trabajadores de las plataformas de transporte de personas hicieron su agosto cobrando lo que quisieron, y algunas de las tarifas oscilaban entre los 200 hasta los 500 pesos por viaje.

El pánico y terror se apoderó de nueva cuenta a los ciudadanos de Culiacán obligando a miles de estudiantes abandonar la escuela y a empleados a dejar de trabajar.

El tráfico vehicular bloqueo prácticamente toda la ciudad por miles de padres de familia que podía por sus hijos a la escuela y por sus familiares a sus centros de trabajo debido a que no había transportes urbanos para trasladarse.

Afortunadamente durante estos hechos no se registraron personas heridas ni fallecidas.

Ya por la tarde noche, autoridades desmintieron los rumores y confirmaron que no hubo personas detenidas durante el operativo efectuado por parte de las autoridades federales.

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