Diversos estudios han concluido que el consumo de alcohol a temprana edad afecta la salud mental y emocional de los pequeños, ofrecerles, aunque sea un traguito tiene efectos mucho más intensos en el menor, pues sus órganos apenas se encuentran en desarrollo; la licenciada en psicología Rosa Elena Sánchez Moraila Directora del Centro de Integración Juvenil en Mazatlán nos amplia esta información
“Si se inicia a temprana edad, el daño que va a tener el bebé o esta persona pues va a ser un mayor daño, en esta etapa, de adolescencia y en etapa adulta pues apenas es una persona en desarrollo y su cerebro apenas está en formación, entonces seguramente este niño va a tener daños severos conforme al desarrollo normal que pudiera haber tenido si no consume está sustancia”
En este mismo tema John Donovan profesor de psiquiatría en la universidad de Pittsburgh afirma que como resultado de varias investigaciones las probadas de alcohol en la infancia están relacionadas con el inicio temprano del consumo, lo cual es un factor de riesgo para muchos otros problemas de conducta, están relacionados con excesos alcohólicos, drogadicción y concluye que los padres no deben ofrecer alcohol a los hijos.
En concordancia la licenciada Rosa Elena Sánchez Moraila alerta que si el consumo es recurrente se puede generar dependencia a esta sustancia