Irving Calvo
Culiacán, Sinaloa.- El Cierre del centro de Culiacán nos ha caído a los comerciantes como un balde de agua fría, nos ha dejado desamparados, no tenemos ya ni siquiera miedo al Coronavirus, el miedo es el morir de hambre, lamentó Laura Alicia Quevedo Pérez.
La dirigente del Bloque de Vendedores del Centro de Culiacán dijo que el cierre fue un duro golpe, era algo que no se esperaban, se está perdiendo la esperanza, la mayor preocupación de todos ellos es el morir de hambre.
“nos calló como un baldazo de agua helada, no tenemos esperanzas de ir a trabajar ni un ratito, la cerrada nos afectó muchísimo, ahorita estamos en la situación bien jodidos, ya no le tenemos miedo al coronavirus, ahora si nos moriremos de hambre”.
Señalo que todos los vendedores de este bloque están preocupados ya que no tienen ni para comer y su única esperanza es meter los documentos a bienestar social y a la Secretaria de Economía, para tener dinero para llevar comida a sus casas.
La mayoría de los integrantes de este grupo vendedor son personas vulnerables es decir adultos mayores, madres solteras y mujeres embarazadas, lo cual el cerrar por medida preventiva al Coronavirus fue un gran golpe hacia ellos.
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