La vida del Momo como se le conoce en el mundo carnavalero, no solo es entre brillantinas, hilos y lentejuelas, las cazuelas y el fogón también hablan el mismo idioma en donde crea un mar de sabores que en esta ocasión le dieron el toque especial con el que el personal del Ayuntamiento de Mazatlán, brindó previo a la noche buena.
“Preparar la comida para gente importante como el alcalde y personal de cultura me llena de satisfacciones”.
Para la tarde del jueves y viernes Luis Antonio cerró la cocina de la Chilaca para dar paso a las cenas que se ofrecieron al personal del instituto de cultura y el ayuntamiento.
El jueves pasado el Momo cocinó un menú especial para el equipo del Instituto de Cultura: pavo con gravy, relleno tradicional y una mesa de postres con cientos de sabores y texuras.
Para el alcalde y su personal, preparó cientos de bocadillos desde pequeñas hamburguesitas, volovanes rellenos, tartas con pollo a la pimienta bañados en salsa de chabacano con chipotle, entre otros.
El Momo ha pasado por grandes retos en el plano artístico como creador de catrinas y trajes reales, en esta faceta el creador de fantasía se revalora e intenta darle sabor y vida a todo aquel que pase por su cocina. Nos envía un mensaje para estas fechas decembrinas motivado por los nuevos tiempos.
”Vivan sus sueños, que nadie se los trunque hay pegamento para cuando les corten las alas se las parchen. La vida te pone de frente complicaciones pero sabe por que te las pone, ese es el mejor consejo que les puedo dar”.