El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, planteó en la apertura del Foro Mundial de la Alimentación en Roma la creación de un impuesto global del 2 % sobre las grandes fortunas, con el fin de erradicar el hambre en el mundo. Recordó que actualmente 673 millones de personas viven en inseguridad alimentaria y que garantizarles tres comidas al día requeriría 315 mil millones de dólares, una cifra que, aseguró, podría obtenerse fácilmente gravando los activos de los más ricos del planeta.
Durante su intervención, Lula criticó el gasto militar mundial, que asciende a 2.7 trillones de dólares al año, y destacó que el hambre es “hermana de la guerra”, ya sea provocada por armas o por políticas económicas como los aranceles y subsidios. En una referencia indirecta al expresidente estadounidense Donald Trump, señaló que las guerras comerciales también generan sufrimiento y desorganizan la producción de alimentos.
El mandatario brasileño advirtió que los conflictos armados y las barreras proteccionistas impuestas por países ricos destruyen las cadenas de suministro y afectan especialmente a los países en desarrollo. Citó “la tragedia en Gaza” y la parálisis de la Organización Mundial del Comercio como ejemplos de un sistema internacional que ha abandonado la cooperación multilateral y permitido que el hambre resurja como una consecuencia directa de ese desorden.
En el ámbito interno, Lula destacó los avances de su gobierno al lograr que Brasil saliera nuevamente del Mapa del Hambre de la FAO, además de impulsar la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, que ya suma la adhesión de más de 100 países. Subrayó que la lucha contra el hambre debe ser un compromiso colectivo y no una causa aislada de las naciones más pobres.
Finalmente, el presidente vinculó la crisis alimentaria con el cambio climático, alertando que un planeta más cálido será un planeta con más hambre. Anunció que en la COP30, que se celebrará en noviembre en Belém do Pará, su gobierno propondrá una declaración internacional para unir los esfuerzos contra el calentamiento global y la erradicación del hambre, buscando que la transformación agrícola sea inclusiva y justa para todos.
