Christian Bernal
Mazatlán, Sin.- El próximo miércoles 5 de mayo el mercado municipal de Mazatlán “José María Pino Suárez”, ubicado entre las calles Benito Juárez y Aquiles Serdán, en el corazón de Mazatlán, celebrará su aniversario 122 de existencia, el cual fue inaugurado un 5 de mayo de 1900 con el nombre de Manuel Romero Rubio, pero en 1915 se cambió al actual nombre en honor del Vicepresidente de México, José María Pino Suárez, el cual fue asesinado junto con Francisco I. Madero un año después.
El mercado ofrece diferentes atractivos desde fruterías, carnicerías, pollerías, pescaderías, abarrotes, artesanías, ropa y hasta restaurantes, siendo ya un atractivo más del puerto, el cual es visitado por los turistas que arriban a la entidad.
El “Palacio de Hierro” como también es conocido fue diseñado y construido por el Señor Alejandro Loubet, el cual fue realizado en hierro y acero basado en el estilo Art Nouveau, donde se utilizó la misma técnica que hace 7 años se había empleado en la construcción de la Torre Eiffel, sin duda esta obra marco la historia de los mazatlecos.
Al pasar el tiempo dicho recinto ha tenido grandes cambios y el abastero Oscar Ricardo Lizárraga Ramos con 70 años trabajando en este mercado y con 82 años de edad compartió un poco de esta evolución a través del tiempo, además del significado que represente el lugar para todos los locatarios.
Lizárraga Ramos, externó que inició a trabajar desde los 13 años junto a su padre, ya que antes si no estudiabas tenías que chambear, antes el mercado se abría a las 3 de la mañana y cerraba su cortinas a las 16:00 horas, hoy en día las puertas se abren a las 7 de la mañana y cierran a las 5:00 de la tarde.
“Ósea ha ido evolucionando no antes también el mercado no tenía donde están todas las curiosidades era un explanada donde venía la gente de los ranchos, traía huevos, gallinas a vender cuando vino Amado Guzmán y reformo el mercado en 1951 que fue cuando entro como presidente a 1953 que fue cuando el reformo el mercado”, dijo Lizárraga Ramos.
La gran modificación vendría en el año de 1952, por Amado Guzmán antiguo Presidente, el cual pavimento las calles que rodean el sitio y levanto un anexo de cemento con ladrillo sobre la antigua explanada para cubrir la fachada poniente del mercado.
Está ampliación significo una modernización en aquella época misma que fue destinada a la instalación de servicios de restaurantes en la planta alta y otros puesto en la parte inferior los cuales fueron divididos por pasillos.
“Antes al mercado venían del rastro que estaba aquí por la rosales, la traían y la colgaban en las mesas de fierro, madera, de mármol la carne la colgaba uno ahí ha ido evolucionando sea dicho siempre que es el mercado el mejor del Noroeste y también le ayuda mucho la estructura que tiene no, ya que la estructura la trajeron de Francia entonces todo eso hace este inmueble una joya arquitectónica”, indicó.
El Mercado Pino Suárez, ha tenido modificaciones importantes con el trascurso del tiempo, pero sigue siendo uno de los principales polos del comercio en el puerto, además de una joya arquitectónica no solo para locales, sino para turistas nacionales y extranjeros.
Don Ricardo Lizárraga, externó que si antes era una obligación estar a la altura, hoy en día para todos los locatarios, el reto es seguir a la altura de las necesidades, entre desafíos y miedos, ya que la competencia es mayor.
Al ingresar al mercado se puede palpar un ambiente distinto con olores y sabores únicos desde Norte a Sur, carne fresca, frutas, café, pan, semillas, pescado, un atractivo extra que ofrece cada rincón histórico del lugar, además del buen trato con las personas es una de las claves que ha tenido el lugar para mantenerse de pie y en el combate en la actualidad más 300 familias dependen de Pino Suárez.
Para Saber
En la obra se utilizaron
143 mil kilogramos de hierro fundido,
113 mil 370 kilogramos de acero doble “T”, “U” y “angular”,
28 mil kilogramos de hierro forjado,
49 mil 530 kilogramos de láminas de hierro acanalado para techos,
584 metros cúbicos de mampostería.
El techo, dividido en dos naces, descansa sobre 29 columnas de hierro fundido de 9.11 metros de altura.