Bernardo Hurtado

Culiacán, Sinaloa.- En las calles del centro de Culiacán se encuentran historias a plena vista: personas perseverantes y luchadoras que aunque no lo creamos en ocasiones, ocultan un profundo mundo al lado del llegar de los camiones y sonrisas que ofrecen atenciones.

Victoria es una mujer que lleva en el negocio de puestos ambulantes por un tiempo considerable, vendiendo cristales templados, carcasas y artículos de celulares, y tal y como se caracterizan estos negocios, involucran un gran esfuerzo y trabajo al cual ella se ha hecho día tras día.

“Lo que pasa es que mi pareja ya se dedicaba a eso, en su familia pues siempre ha sido su sustento, siempre han sido vendedores ambulantes, entonces pues así han salido adelante y pues así se han mantenido toda su vida”.

Además de su pareja, Victoria tiene una hija a punto de cumplir 12 años y una casa que dependen de ella, esperando a futuro mejores oportunidades para el negocio y al estar estudiando.

“Pues claro que trabajar aquí me ha servido mucho porque aunque es muy esclavizante, también tengo un poquito de tiempo como desprenderme y así; mi niña pues la llevo a la escuela, me la traigo para acá y ella me ayuda por las tardes a cuidar el puesto y yo estoy estudiando los sábados, entonces… Pues el tiempo que tengamos que estar aquí, pero también quiero estar preparada por el momento en el que ya no esté la opción, ojalá no termine”.

Victoria ha sentido que el ambiente ha estado mas tranquilo, aun si en ocasiones recibe amenazas de que se quitarán los puestos, y esto motiva el estar pendiente continuando estudiando el bachillerato, y una vez terminado, la carrera en derecho para un mejor futuro para su familia y ella.

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