El candidato a fiscal general del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió el sábado a despolitizar al Departamento de Justicia y procesar a los partidarios de Donald Trump que en enero atacaron el Capitolio.

En un discurso preparado para su audiencia de confirmación el lunes y martes, el juez de la corte federal de apelaciones Merrick Garland indica que quiere borrar todo rastro de interferencia política que dejó el Trump en el departamento.

Garland dice en ese texto que, de ser confirmado, reafirmará “las políticas que protegen la independencia del departamento de la influencia partidista en las investigaciones policiales (y) que regulan estrictamente las comunicaciones con la Casa Blanca”. También promete crear pautas claras para las investigaciones del FBI, después de que la agencia recibiera acusaciones de que se inmiscuyó en la política al investigar en 2016 a la entonces candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, y luego a Trump en 2017-2018. Te recomendamos: En Texas, miles de hogares van recuperando electricidad y agua tras nevadas En una aparente referencia al movimiento Black Lives Matter, el candidato afirma que, 150 años después de la fundación del Departamento de Justicia después de la Guerra Civil, reforzar la igualdad ante la justicia para las personas de color sigue siendo una tarea incompleta y “urgente”. Las minorías aún enfrentan discriminación en temas como vivienda, educación y mercado laboral, y sufren más que otros el impacto de la pandemia del coronavirus y el cambio climático, dice Garland en su texto. “La Ley de Derechos Civiles de 1957 creó la División de Derechos Civiles del Departamento, con la misión de ‘defender los derechos civiles y constitucionales de todos los estadunidenses, particularmente algunos de los miembros más vulnerables de nuestra sociedad'”. “Esa misión sigue siendo urgente porque todavía no tenemos igualdad ante la justicia”, afirma el candidato. Te recomendamos: Biden mantendrá con Trudeau su primera reunión virtual el martes  Garland también asegura que el extremismo que enfrenta el país es una seria amenaza, y pone como ejemplo el asalto al Capitolio el 6 de enero por una turba de partidarios de Trump. El Departamento de Justicia ya ha imputado a unas 230 personas por el ataque y está investigando a varios centenares más, con la posibilidad de acusar a algunos de conspiración para la sedición. 

“Si se confirma, supervisaré el enjuiciamiento de los supremacistas blancos y otros que irrumpieron en el Capitolio el 6 de enero, un ataque atroz que buscaba interrumpir una piedra angular de nuestra democracia: la transferencia pacífica del poder a un gobierno recién elegido”, afirma. Garland, de 68 años, trabajó en el Departamento de Justicia antes de convertirse en juez hace casi 24 años.  

Visto como un liberal moderado, en 2016 fue nominado por el entonces presidente demócrata, Barack Obama, para cubrir una vacante en la Corte Suprema. Pero los republicanos paralizaron la nominación, lo que permitió a Trump en 2017 presentar un candidato conservador. Se espera que Garland, quien debe ser confirmado por un Senado dividido a partes iguales entre demócratas y republicanos, consiga los apoyos suficientes dentro de las filas del partido de Trump para conseguir el cargo.​ 

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