JESÚS COLIO
Mazatlán, Sinaloa.- Todavía sin poder pronunciar el nombre de su compañero de toda la vida y soltar el llanto tras el dolor de su recuerdo, Olga N lamenta profundamente la partida de su inseparable compañero Jesús, el cual para las autoridades según consta en su acta de defunción, murió sospechoso de COVID-19. Sin embargo este diagnóstico no solo no convence sino además indica que de no haber ingresado al Hospital General de zona 3 (IMSS NUEVO), su esposo todavía estaría vivo y compartiendo más momentos felices de la vida juntos.
A pocos días de que su marido partió hacia el sueño eterno, Olga siente un gran dolor que le impide dormir, pensar y a veces comer, pero sobre todo perdura un coraje por lo que señala su esposo no fue atendido adecuadamente de una enfermedad que indica, nada tiene que ver con la pandemia.
UNA TOS DE VARIOS MESES
Tras varias semanas de padecer una tos y rehusarse en varias ocasiones a recibir atención médica en un hospital dado que tenía contagiarse por el virus Covid 19, el 14 de Mayo Don Jesús fue llevado en contra de su voluntad a las instalaciones del Seguro Nuevo, donde esperaba ser atendido en el área de urgencias, recibir medicamento e inyecciones y regresar a recuperarse a su casa con su familia.
Él nunca tuvo calentura, dolor de cuerpo, dolor de cabeza ni tos seca, señala su esposa.
Su problema se complicó debido a que desde días antes a su internamiento, tomó agua fresca de Jamaica y cerveza muy fría y no guardó las medidas necesarias para que este se eliminara.
Previamente desde Febrero presentó problemas con tos y fue nebulizado en el seguro, regresando a su casa a continuar con sus actividades.
También el día 12 de Mayo, fue atendido en un consultorio de Similares, donde le otorgaron un jarabe e inyecciones para controlar la tos y según el diagnóstico, le aseguraron que por su cuadro no se trataba de COVID-19.
La tos se fue agravando hasta el día 14 en que su hijo lo convenció de irse al hospital del IMSS para ser atendido en el área de urgencias.
SABÍA QUE DEL CUARTO PISO, NO REGRESARÍA
En contra de su voluntad y por insistencia de sus hijos, Don Jesús fue llevado al IMSS. Ahí fue revisado en el área de Triagle de Covid.
Ese día 14 de Mayo alrededor de las 6 de la mañana, fue revisado.
Durante ese tiempo dice su esposa, nunca tosió.
Tras una tomografía que se le realizó en el tercer piso y al cual accedió caminando sin ningún problema, un médico informó a la familia que se trataba de una neumonía y descartaba por el momento que fuera COVID-19.
Las alarmas se encendieron entre la familia cuando les informaron, que sería llevado a piso y que posteriormente se le realizaría examen de COVID-19.
Tanto la familia como Don Jesús clamaron no fuera llevado a piso, sino al área de urgencias, dado el temor de no volverse a ver.
Si no trae Covid, no lo metan, nadie de mi familia o amigos tiene los síntomas, decía su esposa.
Poco antes de ser llevado a piso, Don Jesús dijo una frase que se quedaría en la memoria de todos, “Cuida de Todos”, él sabía que del cuarto piso no iba a regresar.
DILE A TU MAMÁ, QUE ME SAQUEN DE AQUÍ
A partir del día 14, este se mantuvo internado y durante los días siguientes, la doctora Rayito nos llamaba para darnos la salud de mi esposo.
En principio se les dijo que la mejoría que presentaba en los días posteriores, auguraba su pronto regreso a casa.
Apenas pasó unos días y el diagnostico cambio, le informan que su salud empeoraba y pedían la autorización de la familia para entubarlo en caso de una complicación.
El día 16 le informan que su examen de COVID-19 había resultado positivo, lo cual nunca creyeron pues el dictamen salió antes de lo previsto, y su familia no fue revisada ni presentó síntomas algunos.
El día 18, con un teléfono prestado, Don Jesús hizo una video llamada a casa donde apareció sin cubre bocas y en aparente buen estado de salud.
Ahí el paciente dijo “Dile a tu mamá que me saquen de aquí, no me están haciendo nada”.
LA COMPLICACIÓN
Desde entonces intentaron sacarlo con el fin de tratarlo en otro lugar, donde pensaban podría mejorarlo más.
A partir de ese momento, se perdió la comunicación con Don Jesús y solo recibían llamadas de una doctora o enfermera quienes no auguraban buen futuro.
Don Jesús fue sedado cerca del 20 de Mayo, los días posteriores fueron de complicaciones y ninguna señal positiva.
En ese tiempo sostuvieron comunicación directa continua con el delegado del IMSS en Sinaloa Luis Rafael López Ocaña a fin de recibir la información y apoyo requerido.
SI ME LO HUBIERAN SOLTADO, ESTARÍA AQUÍ CONMIGO
Tras recibir puras noticias nada agradables sobre su estado de salud, Olga señala tajantemente “Si hubieran permitido la salida de mi esposo, lo hubiera llevado con un neumólogo y lo tendría a mi lado”.
Previo a su muerte un sábado, le pidieron que llevara unos sueros para su esposo.
Con el poco dinero que tenía, compró un suero de coco, otro de fresa, junto fotos de la familia, una imagen de la virgen de Guadalupe, unas pastillas para refrescar el aliento y otros recuerdos que ayudarían dijo, a mejorar la salud de Don Jesús.
Tras llevarlos los artículos a la puerta de la clínica, nadie acudió por ellos.
Días más tarde, el jueves 28 de Mayo recibiría la noticia fatal, una llamada le avisa sobre el deceso de su esposo.
“Cómo me puede decir que se murió mi esposo, si le acabó de llevar las cosas que me pidió el, quizás se equivocaron”.
SERVICIOS FUNEBRES
Tras su muerte, el cuerpo les fue entregado y fue llevado hacia la comunidad de La Palma Sola de donde es originario y fue enterrado.
En ningún momento se les confirmó su muerte por COVID-19.
En el acta de defunción se señala lo siguiente, falleció a causa de “Insuficiente respiratoria aguda, neumonía atípica, sospecha de Coronavirus SARS COV 2, diabetes.
“No lo vimos ya, no le pusimos ropa, no lo velamos, nada, solo lo enterramos, ni siquiera pudimos confirmar que era el quién venía en la caja”.
No sé qué voy a hacer con tantas interrogantes, creo que ni un psicólogo me puede ayudar.
Tengo muchas dudas, pero nadie me quitará la idea de que mi esposo NO MURIÓ POR COVID-19 y que si no hubiera ingresado al hospital, seguiría vivo y estaría aquí conmigo. (JCA)
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