Una redada migratoria realizada en Canal Street, una de las zonas más concurridas de Manhattan, terminó en caos cuando decenas de neoyorquinos confrontaron a agentes federales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y de otras agencias. Los hechos ocurrieron poco después de las 4 de la tarde el martes en una sección de Chinatown, conocida por su mercado informal donde se venden artículos falsificados como bolsos, relojes y perfumes. La operación derivó en enfrentamientos, varios arrestos y una fuerte presencia policial.
De acuerdo con testigos, los agentes federales comenzaron a detener a vendedores ambulantes, entre ellos a un hombre que aparentemente ofrecía fundas para celulares. En respuesta, un grupo de personas —algunas de ellas transeúntes que salían del trabajo— se congregó alrededor de los agentes gritando consignas como “Fuera el ICE de Nueva York” e intentando impedir el paso de sus vehículos. La tensión escaló cuando los oficiales empujaron a manifestantes y amenazaron con usar gas pimienta para dispersarlos.
A medida que más personas se unían a la protesta, algunos agentes se retiraron a pie entre abucheos, mientras otros regresaron con equipo táctico y armas largas a bordo de un vehículo militar. La vocera del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, informó que el operativo tenía como objetivo a vendedores de “productos falsificados” y que algunos manifestantes “se volvieron violentos y agredieron a los agentes”. Confirmó al menos una detención por agresión, aunque no precisó cuántos vendedores fueron arrestados.
El operativo se llevó a cabo pocos días después de que un influencer conservador publicara en la red social X (antes Twitter) un video que mostraba a vendedores de bolsos falsos en la misma zona y etiquetara al ICE pidiendo “revisar esa esquina”. La redada generó críticas entre defensores de los derechos migratorios, quienes acusaron al gobierno federal de utilizar a Nueva York como escenario político. “Este operativo no tuvo nada que ver con la seguridad pública y todo que ver con aterrorizar a las familias y comunidades inmigrantes”, declaró Murad Awawdeh, presidente de la New York Immigration Coalition.
Aunque enfrentamientos similares se han registrado en otras ciudades como Los Ángeles, en Nueva York son poco comunes. El alcalde Eric Adams señaló que la ciudad no participó en los operativos y que aún recopila información sobre lo ocurrido. “Nuestra administración ha sido clara en que los neoyorquinos indocumentados que buscan el sueño americano no deberían ser atacados por las fuerzas del orden”, afirmó, al tiempo que instó a enfocar los recursos en criminales violentos.
El FBI confirmó que envió agentes especiales a la ciudad tras una solicitud del DHS para colaborar en “importantes operativos”. Mientras tanto, la redada ha desatado un debate político en medio del clima electoral, ya que el expresidente Donald Trump advirtió que podría enviar tropas federales a Nueva York si el socialista democrático Zohran Mamdani gana las elecciones locales dentro de dos semanas. El incidente en Canal Street se ha convertido así en un nuevo foco de tensión sobre la política migratoria y la presencia federal en la ciudad.
