El Papa Francisco expresó en sus saludos después del rezo mariano del Ángelus, su preocupación y dolor por la situación en Nicaragua, y su esperanza que con un diálogo abierto y sincero, se pueda alcanzar una convivencia respetuosa y pacífica
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
El Papa Francisco, en sus saludos, después del rezo mariano del Ángelus, expresó su preocupación y dolor, por el pueblo de Nicaragua, que como afirmó, sigue de cerca la difícil situación, que “involucra a personas e instituciones”. El Pontífice manifestó además su convicción y esperanza de que, “a través de un diálogo abierto y sincero, se puedan seguir encontrando las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”, y añadió:
“Pidamos al Señor, por intercesión de la Purísima, que inspire en los corazones de todos, una voluntad concreta”.
Llamamiento apremiante del Papa Francisco por el diálogo en Nicaragua
Recordamos, el pasado viernes, la policía del país allanó la Curia Episcopal de Matagalpa, sacando con la fuerza al Obispo de la Diócesis, Mons. Rolando Álvarez junto a las personas que le acompañaban en la curia episcopal . En el reporte de la policía se informaba que Mons. Álvarez ha sido llevado a Managua, a su casa, donde estará en resguardo domiciliar. Los otros religiosos y el camarógrafo, han sido trasladados a la Dirección de Auxilio Judicial, conocido como el Chipote.
Un pensamiento dirigido a Ucrania
Tras saludar a los fieles, romanos y peregrinos de varios países: familias, grupos parroquiales, asociaciones, el Pontífice recordó a los presentes de perseverar en la cercanía y la oración por el “querido pueblo ucraniano, que está sufriendo una inmensa crueldad”.
Entre los grupos que el Santo Padre saludó, estaban presentes la comunidad del Pontificio Colegio Norteamericano, a ellos saludó especialmente a los nuevos seminaristas que acaban de llegar, y les exhortó al compromiso espiritual y a la fidelidad al Evangelio y a la Iglesia.
También saludó a las consagradas del Ordo virginum y les animó a “dar un testimonio alegre del amor de Cristo”.
Por último, Francisco saludó a los fieles de Verona, de Trevignano, de Pratissolo; a los jóvenes de Paternò, de Lequile y a los del paseo Via lucis que, sostenidos por el ejemplo de los santos de la “puerta de al lado”, les dijo, irán al encuentro de los pobres que viven cerca de las estaciones de tren. Por último, Bergoglio saludó a los chicos de la Inmaculada.