Un panel de libertad condicional en California determinó este jueves que Erik Menendez deberá permanecer en prisión, 36 años después de que él y su hermano Lyle asesinaran a sus padres en su mansión de Beverly Hills en 1989. El comisionado Robert Barton señaló que Erik “no ha sido un preso modelo”, al enumerar infracciones disciplinarias como consumo de drogas, posesión de celular y participación en fraude fiscal.
Barton también descartó que Erik estuviera en “riesgo inminente” de vida antes de los asesinatos, como han sostenido ambos hermanos. Esta postura podría complicar la audiencia de Lyle Menendez, programada para el viernes. Los dos fueron condenados inicialmente a cadena perpetua sin libertad condicional, pero en mayo pasado su sentencia fue modificada a cadena perpetua con opción de libertad anticipada, lo que abrió la puerta a estas audiencias.
Erik Menendez, de 54 años, podrá solicitar nuevamente la libertad condicional en tres años, o antes, en un plazo mínimo de 18 meses. Sus abogados también tienen la opción de pedir que la decisión sea revisada por el pleno de 21 comisionados de libertad condicional, alegando posibles “errores de hecho”. Mientras tanto, Lyle, de 57 años, enfrentará su propia evaluación para determinar si puede acceder a este beneficio.
El caso Menendez ha vuelto al foco mediático en los últimos años gracias a documentales, series de televisión y el activismo en redes sociales de miles de simpatizantes. Incluso, varios familiares de los hermanos —que normalmente se oponen a estas solicitudes— testificaron a favor de la libertad condicional, destacando el “crecimiento sostenido”, la responsabilidad asumida y el remordimiento que han expresado por más de tres décadas.
Pese a ello, Barton cuestionó la veracidad de la información que Erik proporcionó a su familia sobre su conducta en prisión. La oficina del fiscal del condado de Los Ángeles también se pronunció en contra de otorgarle la libertad, al sostener que los hermanos no han demostrado plena conciencia de sus crímenes. Por ahora, Erik seguirá tras las rejas y el futuro de Lyle se definirá en su próxima audiencia.