La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el nuevo sistema universal de salud funcionará mediante un esquema de compensación financiera entre instituciones del sector, con el fin de garantizar la atención médica a todas las personas, sin importar su afiliación a un instituto específico. Explicó que este modelo permitirá que los servicios de salud pública —IMSS, ISSSTE e IMSS Bienestar— atiendan indistintamente a cualquier derechohabiente.
Durante su conferencia de prensa, la mandataria explicó que, bajo este esquema, las instituciones podrán solicitar la transferencia de recursos a la dependencia correspondiente al paciente. Es decir, si una persona afiliada al ISSSTE recibe atención en una clínica del IMSS, este último podrá reclamar los fondos invertidos en un plazo máximo de dos meses.
Sheinbaum ilustró el proceso con un ejemplo personal: si ella, afiliada al ISSSTE, fuera atendida en una unidad médica del IMSS mientras se encuentra fuera de la Ciudad de México, el IMSS registraría el servicio y posteriormente solicitaría al ISSSTE el reembolso del costo de la atención.
La presidenta subrayó que este proceso será completamente transparente para los pacientes, quienes solo deberán acudir al centro de salud más cercano. Añadió que para que el sistema funcione será necesaria la digitalización completa de los servicios médicos y la creación de una cámara de compensación que coordine las transferencias entre instituciones, con el objetivo de hacer efectivo el principio de acceso universal a la salud.
