La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, será la nueva presidenta del Senado, porque dejará su posición como responsable de la política interna del país para reincorporarse a sus actividades legislativas, pero con el apoyo del Ejecutivo Federal para que se convierta en la presidenta de esta Cámara.
Se informó hace días que Olga Sánchez Cordero iba a dejar la Secretaría de Gobernación para presidir el Senado, pero la propia secretaria de Estado publicó un mensaje para asegurar que esos no eran sus planes.
Sin embargo, la mañana de este jueves, desde Palacio Nacional, salió la petición a los senadores de Morena de que cierren filas para lograr que la elección de Olga Sánchez Cordero se apruebe con el mayor consenso posible.
De acuerdo con la información que recopiló Excélsior, Olga Sánchez Cordero ya se reunió con Ricardo Monreal Ávila, coordinador de los senadores de Morena, para comenzar a preparar su regreso y será la mañana de este viernes cuando los 62 senadores de Morena la elijan como su propuesta para presidir el Senado y el domingo, esa propuesta sea sometida a la considración de todo el pleno, ya con la oposición incluida.
Así, los esfuerzos de las senadoras Marybel Villegas, Imelda Castro, Ana Lilia Rivera y Bertha Caraveo por ocupar la presidencia del Senado se frenaron a sólo 24 horas de la elección en el grupo parlamentario de Morena, por decisión del Ejecutivo Federal.
La semana pasada, por primera vez en tres años, la secretaria de Gobernación tomó las riendas de la negociación con los líderes parlamentarios en la Comisión Permanente para sacar el extraordinario que quería el Presidente de la República para aprobar la Ley Federal de Revocación de Mandato. Sin embargo, no pudo concretarlo, primero porque la ausencia de un senador del Partido del Trabajo y después, porque nadie de la oposición cedió en su decisión de rechazarlo.
La presencia de Sánchez Cordero se registra en medio de rumores en torno a la permanencia de Ricardo Monreal en la coordinación del grupo parlamentario de Morena y que sigue sin alteración; es decir, su liderazgo en la Junta de Coordinación Política se mantiene.