+ El pastor Baltazar Zamora, comentó que la violencia empieza realmente desde nuestro ser interior

Bernardo Hurtado

Con la situación de violencia que se vive en la actualidad, la comunidad en general puede tratar de ser lo más pacífica que se pueda desde la trinchera en la que se encuentren, informaron los pastores Baltazar Zamora y Lidia Sánchez para Viva La Noticia.

El pastor Zamora, comentó que la violencia empieza realmente desde nuestro ser interior, siendo acciones ilícitas actuales desde nuestro corazón.

“Desde nuestro corazón, Jesucristo dijo que los hurtos, los robos, las maledicencias, todas aquellas cosas que nos perjudican salen del corazón del hombre, eso quiere decir del pensamiento, desde el interior, y pues nosotros queremos que solamente el evangelio de cristo es el que transforma las vidas”.

Con ello, comentó que las ciencias humanas como la psicología y el desarrollo humano son apoyo en esto, sin embargo, que se ha visto a través de los tiempos cómo el evangelio ha transformado a las personas, y señalando que quizá este sea un punto débil al apostar mucho a lo individual, que por algo se debe empezar.

También, que desde la iglesia se está orando por la paz en Culiacán, habiendo pospuesto la celebración de la independencia.

“Pero la celebración y punto la tuvimos e hicimos una oración, te voy a pasar la oración que hicimos al final del compartimiento, de lo que yo compartí, y sí estamos orando, y quiero decir también que a partir del famoso tiempo de COVID 19, mi esposa más bien dicho, organizó un grupo de oración de 7-8 de la mañana todos los días de lunes a viernes y ha estado permanente y ahora, pues todos los días se está orando por esto de 7 a 8 de la mañana”.

Los varones, concluyó, se reúnen una vez por semana de 7 a 8 pm con la misma finalidad.

Por parte de la pastora y la Dra. En Desarrollo Humano Lidia Sánchez, añadió que en medio de la violencia se puede hacer una introspección y ver qué tanto hay dentro de las personas de esta, debiendo empezar a trabajarlo, fomentando la empatía y solidaridad.

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