El plan gubernamental de construir un millón de viviendas en México ha abierto el debate sobre el verdadero impacto de esta estrategia en la reducción del rezago habitacional, la maestra en ciencias Yessika Mariana Cebreros Millán de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas de la UAS señaló que la medida es ambiciosa, pero debe complementarse con acciones que atiendan las viviendas abandonadas y terrenos baldíos en las ciudades, según datos recientes, el país enfrenta un déficit de casi diez millones de viviendas, mientras que en Sinaloa la cifra asciende a cerca de 500 mil.

Cebreros Millán destacó que una de las principales incógnitas de este plan es la ubicación de las nuevas construcciones y el acceso a terrenos adecuados. Explicó que, además de financiar créditos, el Infonavit ahora busca convertirse en una constructora de vivienda, lo que plantea dudas sobre la distribución geográfica de los proyectos y el tipo de hogares que se ofrecerán a las familias mexicanas.

La especialista enfatizó que la construcción de nuevos desarrollos en la periferia de las ciudades suele generar costos adicionales para las familias, ya que implica mayores tiempos de traslado y una inversión progresiva en servicios públicos, “a veces los camiones tardan en llegar a estas zonas hasta que el fraccionamiento está completamente habitado, lo que representa un reto para quienes necesitan transportarse diariamente”, explicó.

Otro punto clave dijo Cebreros Millán es el acceso a la vivienda de interés social, que ha sido desplazada por la construcción de desarrollos de nivel medio-alto. “El precio promedio de una vivienda hoy en día supera el millón 800 mil pesos, lo que la hace inaccesible para la mayoría de la población”, señaló. Además, resaltó que muchas personas se ven obligadas a recurrir a esquemas de crédito combinados, como los Cofinavit, lo que puede generar una carga financiera difícil de sostener.

En cuanto a las nuevas generaciones, la especialista observó una tendencia creciente hacia el alquiler en lugar de la compra de vivienda, debido a los altos costos y la falta de opciones accesibles. No obstante, advirtió sobre los riesgos de esta alternativa, ya que los inquilinos pueden enfrentar desalojos imprevistos o aumentos en la renta.

Finalmente, Cebreros Millán subrayó la necesidad de equilibrar la construcción de nuevas viviendas con la recuperación de aquellas que han caído en el abandono, no se trata de desechar el plan del millón de casas, sino de hacerlo de manera inteligente, considerando tanto el crecimiento urbano como la rehabilitación de espacios ya existentes, concluyó.

Deja un Comentario