El director del Fondo de Cultura Económica (FCE), Paco Ignacio Taibo II, anunció que la editorial del Estado regalará 2.5 millones de libros en 14 países de América Latina dentro de la colección “25 para el 25”. Sin embargo, la selección de 27 autores —de los cuales solo siete son mujeres— generó críticas tras sus declaraciones sobre el tema de paridad. Al ser cuestionado por la falta de autoras, el funcionario respondió: “si partimos de la cuota, un poemario escrito por una mujer horriblemente asqueroso de malo no merece que se lo mandemos a una sala comunitaria… ¿por qué castigarlos con ese libro?”.
El comentario desató una ola de críticas en redes sociales y entre escritoras y académicas. La autora Alma Delia Murillo respondió con una lista de poetas mexicanas destacadas para refutar la idea de que existan malas escritoras por género. La historiadora Catherine Andrews acusó a Taibo de reproducir un “viejo truco misógino”, al considerar injustas las políticas de equidad, y señaló que históricamente se ha preferido “la mediocridad masculina frente al talento femenino”.
Otras voces como la poeta María Rivera y la ensayista Claudia Hernández de Valle-Arizpe también condenaron las declaraciones del titular del FCE, señalando que reflejan una visión anticuada y patriarcal de la cultura. Hernández cuestionó además su criterio para dirigir una institución de alcance continental, mientras Rivera pidió que Taibo aclarara “a qué libro del FCE se refería” con sus palabras.
En medio de la polémica, más de 120 mujeres del ámbito cultural —entre ellas Julieta Venegas, Gabriela Jauregui y Martha Riva Palacio— firmaron una carta dirigida a la presidenta Claudia Sheinbaum, titulada “No llegamos todas en la cultura”. En ella, denunciaron el desprecio del funcionario hacia la cuota de género y el hecho de que solo siete mujeres estén incluidas en la colección. Además, destacaron que tres de ellas —Amparo Dávila, Guadalupe Dueñas y Adela Fernández— ya fallecieron.
Las firmantes señalaron que las escritoras han sido históricamente borradas de los espacios literarios y recordaron a figuras clave como Josefina Vicens, Clarice Lispector, Alejandra Pizarnik y María Luisa Bombal, que no tuvieron el reconocimiento merecido. Criticaron también la inclusión del autor Fabrizio Mejía Madrid, cuyo trabajo no corresponde a la temporalidad del siglo XX que, según Taibo, define la colección.
En el texto, las autoras afirmaron que el director del FCE mantiene una visión anquilosada de la cultura y “no es la persona adecuada” para dirigir la institución. Subrayaron que, aunque México tiene por primera vez una presidenta, “no llegamos todas en la cultura y las artes”, pues la desigualdad persiste en la representación y reconocimiento de las creadoras.
Las escritoras pidieron a Sheinbaum corregir los sesgos de exclusión y crear un consejo que involucre a lectoras, editoras y académicas para seleccionar nuevas autoras latinoamericanas vivas en la colección, sin que Taibo intervenga en el proceso. La carta fue interpretada como un llamado a la responsabilidad institucional y cultural del Estado mexicano.
En respuesta, Claudia Sheinbaum durante su conferencia mañanera del 28 de octubre descartó destituir a Taibo, a quien calificó como “un gran compañero”, pero anunció la creación de una nueva colección dedicada exclusivamente a escritoras mexicanas y latinoamericanas. Su postura generó reacciones mixtas, entre quienes celebraron la medida y quienes la consideraron insuficiente ante la gravedad del discurso del funcionario.
Por otro lado, el colectivo de escritoras y artistas convocó al “Mitin poético: #PoemasHorriblesParaTaiboII”, una protesta cultural programada para el 28 de octubre frente al FCE en la Ciudad de México. Con la participación de figuras como Denisse Dresser, Yohali Reséndiz y Carmen Sánchez, el evento busca visibilizar el talento femenino y rechazar el machismo en las instituciones culturales. En redes sociales, la convocatoria fue respaldada por medios feministas y colectivos como La Costilla Rota y LUNA Escuela de Pensamiento Feminista.
