Redacción

Culiacán, Sinaloa.- Como producto de reformas aprobadas desde junio del 2008, en materia de seguridad pública y penal, hoy los policías deben ser “todólogos”, someterse a exámenes de control de confianza que les atemoriza, y siguen pendientes mejoras salariales, laborales y becas para hijos de policías.

Ello lo aseguró el policía Luis Enrique García Montoya, al ofrecer la conferencia virtual “La Policía en México Después de la Reforma del 2008”, la cual fue organizada por el Congreso del Estado, a través del Instituto de Investigaciones Parlamentarias, y la Universidad Autónoma de Occidente.

La directora del Instituto de Investigaciones Parlamentarias, Sonia Escalante López, explicó que esta conferencia forma parte del programa de trabajo 2020 que deriva de un convenio marco de colaboración con la citada universidad.

El conferencista es elemento de la Unidad de Vialidad y Tránsito, con grado de policía tercero, y actualmente está comisionado en el área de Enlace, del Departamento Jurídico de la Dirección de Policía Municipal, Unidad Preventiva.

También es profesor en la formación y actualización en el Instituto Estatal de Ciencias Penales y en otras instituciones.

Un aspecto negativo de las reformas citadas, que buscan especialización y resultados, expuso que es la imposibilidad de que se reinstale a un policía por alguna responsabilidad fincada y a pesar de que el tribunal correspondiente dictamine que el policía actúo dentro de los patrones establecidos.

De los exámenes de control de confianza, consideró que son tan complejos que quienes van a ser sometidos a los mismos, llegan traumados antes de ser evaluados.

La prueba del polígrafo, dijo, es la la parte más tormentosa de esta evaluación, que también incluye estudios de laboratorio, test sicométrico y exámenes médicos.

Con las reformas señaladas, expuso que se individualizaron las acciones de las policías, de modo que se puede hablar de varias, como la policía preventiva, de Investigación, Procesal, Aduanal, Cibernética, Ambiental y de Custodios.

Sin embargo, aseguró que ahora un policía debe ser un “todólogo”, pues debe entender los `principios de la criminalística; tener conocimiento del Derecho y cómo se aplican las normas; ser sicólogo; tener capacidad de investigar y atender denuncias y preservar las escenas de hechos delictivos.

El policía, agregó, debe informar a los detenidos sus derechos y decirle a dónde se le va a trasladar y ante qué autoridad, y si hay una víctima también se le deben leer sus derechos y brindarle la ayuda que requiera.

Ahora con la emergencia sanitaria que se vive con la pandemia del nuevo coronavirus, expuso, los policías tienen un temor mayor, que es el contagiarse e infectar a sus familias.

“Sin embargo, el policía está tan comprometido con la sociedad que debe de cumplir con su trabajo”.

En la transmisión en línea de esta conferencia, también participó María del Carmen Martínez, vicerrectora de la Universidad Autónoma de Occidente.

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