El presidente de Rusia, Vladimir Putin, reveló que su país realizó con éxito una prueba del submarino no tripulado Poseidón, impulsado por energía nuclear. Según explicó, el ensayo permitió activar por primera vez su sistema de propulsión nuclear, lo que posibilitó que el aparato navegara de forma autónoma durante un tiempo determinado. Este anuncio llega una semana después del ensayo del misil de crucero Burevestnik, también de propulsión nuclear, lo que refuerza la apuesta del Kremlin por el desarrollo de armamento avanzado.
Durante su discurso, Putin aseguró que el Poseidón no tiene comparables en el mundo debido a su velocidad y capacidad de operar a grandes profundidades. Enfatizó que su poder destructivo supera incluso al del misil intercontinental Sarmat, capaz de portar hasta 15 ojivas nucleares, aunque este último aún no ha entrado en servicio. El mandatario destacó que el reactor del Poseidón es más grande que el del Burevestnik, pero con una potencia devastadora sin precedentes.
El anuncio fue interpretado como un nuevo desafío hacia Estados Unidos, luego de que el expresidente Donald Trump recomendara a Putin poner fin a la guerra en Ucrania en lugar de continuar con pruebas de armamento. En respuesta indirecta, el líder ruso afirmó que el Poseidón representa un avance tecnológico que “difícilmente tendrá análogos en el futuro cercano”.
Además de abordar los avances militares, Putin comentó sobre la situación en Ucrania. Basándose en informes del jefe del Estado Mayor, Valeri Guerasimov, sostuvo que miles de soldados ucranios están rodeados en las regiones de Kupiansk y Pokrovsk. Hizo un llamado a esos combatientes para rendirse y pidió al gobierno ucranio considerar esta opción, recordando el caso de Mariupol en 2022, cuando las fuerzas ucranias depusieron las armas.
Putin incluso ofreció una pausa temporal en los combates, de entre dos y seis horas, para permitir el ingreso de periodistas rusos, ucranios y extranjeros a las zonas de conflicto. No obstante, advirtió que cualquier provocación por parte de Ucrania, como el uso de drones durante la visita, podría derivar en incidentes que Moscú no desea asumir.
En contraste, el mando militar ucranio negó que sus tropas estén cercadas, calificando las afirmaciones del Kremlin como propaganda sin sustento. Analistas rusos y ucranios respaldaron esta versión, señalando que aún existen corredores libres de entre seis y siete kilómetros que permitirían la retirada de los soldados ucranios si fuera necesario. Además, portavoces ucranios afirmaron que los combates en Kupiansk y Pokrovsk continúan, pero que la situación no corresponde a la versión que difunde Moscú.






















