Redacción
Culiacán, Sinaloa.- Uno de los diagnósticos diferenciales del infarto, es justamente la disección de aorta, la cual entra dentro de los síndromes aórticos agudos, dijo el cardiólogo Alberto Baños.
En entrevista en el estudio del noticiero de radio y de redes sociales, el cual es conducido y dirigido por el periodista Enrique Gil Vargas, el especialista indicó que esta disección es ocasionada por lesiones que se hacen en esta arteria principal del organismo.
“Esta disección es una urgencia médica, porque puede romperse, y si esa arteria se rompe, el cuerpo se vacía y la persona fallece”.
Explicó que esta enfermedad se relaciona muy directamente con la hipertensión arterial sistémica, por lo que un paciente con este padecimiento debe estar bien controlado, porque es uno de los factores de riesgo más importantes.
“El otro son las condiciones genéticas, hay algunas personas que nacen con alguna alteración en la capa justamente de la aorta, conocida como el síndrome de marfán, que se caracteriza porque son personas muy altas, de brazos muy largos y ese tipo de personas tienen alteraciones por su enfermedad, que pueden favorecer la disección de la aorta”.
El especialista explicó que esta enfermedad puede causar dilataciones en la aorta o alteraciones en las válvulas que son las que más afectan ésta arteria.
Además de la hipertensión, existen otros factores como el tabaquismo y la diabetes, que son factores de riesgo que pueden favorecer que haya una alteración en la capa íntima de la aorta, que finalmente puede producir lesiones en esta arteria.
Uno de los síntomas, por el que muchas personas acuden a consulta, es el dolor torácico intenso, que generalmente se irradia hacia la espalda, además se puede acompañar de síntoma neurogetativos como la sudoración, la palpitación y temblor de cuerpo.
“Ante la presencia de los síntomas, es importante que se acuda a recibir atención médica, de preferencia a un hospital donde lo pueda checar un especialista, un cardiólogo”.
Para prevenir esta situación, dijo que se debe llevar una dieta con muchos vegetales, evitar el consumo de alcohol, que puede favorecer la hipertensión, además de hacer ejercicio, así como checarse la presión por lo menos dos veces al año.