Culiacán, Sinaloa.- Ante las altas temperaturas que se presentan actualmente, es importante además de protegerse físicamente, cuidarse emocional y psicológicamente, tratando de adaptarse y manteniendo una actitud positiva en esta temporada de calor, recomendó especialista de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Ulises Armenta López, catedrático de la Facultad de Psicología, manifestó que, aunque los seres humanos tenemos una respuesta natural adaptativa a los cambios climáticos, lo mejor es prevenir y evitar exponerse al sol, pero sobre todo tomar con una buena actitud este periodo para que las condiciones de calor no generen actitudes y comportamientos que afecten o compliquen la relación con los demás.
“Cuando está haciendo mucho calor y excede la temperatura basal que es de 36.5 grados en los adultos, empezamos a sentir una serie de síntomas, de sensaciones que nos van a ir generando condiciones de la necesidad de adaptarnos, es decir, empezamos a transpirar, los poros de la piel se dilatan, el calor sale a través de la transpiración y de alguna manera esto es con la intención de generar un equilibrio que también se le conoce como homeostasis”, explicó.
En ese sentido, el universitario mencionó que, al no haber tal equilibrio y ante las olas de calor intenso, pueden generar en las personas ciertas actitudes y comportamientos como mal humor, irritabilidad, tensión, agobio, ansiedad, estrés e incluso pueden presentar trastorno en el sueño.
“Hay una emoción que está asociada también a este elemento que es el enojo, no es lo mismo una persona que está tranquila, relajada, fresca, en un ambiente agradable que, una persona que esté tensa, agobiada, insolada, etcétera, y entonces, todo esto provoca un desequilibrio, la persona se pone de mal humor, puede generar conflicto entre las personas y de hecho también puede haber hasta violencia”, enfatizó.
El psicólogo, indicó que son los niños y los adultos mayores los que pueden verse mayormente afectados por las temperaturas extremas, pues las condiciones de adaptación no son las mismas. Por ejemplo, mencionó que, en una persona de la tercera edad que padece de alguna enfermedad como diabetes, demencia senil u otra, le va a ser mucho más difícil responder a los cambios climáticos por la condición biológica en la que se encuentra.
Como es bien sabido, recomendó que, en esta temporada de calor lo mejor es no exponerse a los rayos ultravioleta, evitar ejercitarse en horas donde el calor es más intenso, mantenerse hidratado, si es posible, tomar un descanso en el día y en términos psicológicos aprender estrategias de relajación para manejar el estrés, la ansiedad y tomar con buena actitud el clima caluroso característico de la región.
“El calor puede convertirse incluso en una forma de disfrutar de lo que tenemos, porque creo que, psicológicamente lo decimos cada año ¡qué calor, qué calor!, entonces, esta es una forma de rechazo a las condiciones del clima, yo creo que también es importante adaptarnos un poco, reconocer que es parte de la naturaleza de nuestro clima y disfrutarlo”, opinó.
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