La presidenta Claudia Sheinbaum negó categóricamente que las recientes reformas a la Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia, aprobadas en julio, permitan prácticas de espionaje por parte del gobierno. “No hay espionaje de ninguna manera. La derecha ha dicho que las leyes que aprobó el Congreso de la Unión tienen que ver con espionaje y vigilancia. Es falso”, afirmó durante su conferencia matutina.
Explicó que cualquier intervención o acceso a un teléfono móvil por parte del Centro de Inteligencia requiere autorización judicial, y que lo mismo aplica para el uso de la CURP con datos biométricos. Sheinbaum destacó que estas herramientas solo pueden emplearse dentro del marco legal y bajo supervisión judicial. Además, adelantó que con la creación de la nueva comisión de telecomunicaciones se buscará que ningún chip pueda adquirirse sin identificación, aunque enfatizó que esto no significa vigilancia a la población.
Frente a las críticas de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) y del Partido Acción Nacional (PAN) —que calificaron la reforma como una “ley de espionaje”—, la mandataria aseguró que se trata de una interpretación errónea. R3D anunció que impugnará la legislación por considerarla un retroceso en materia de derechos humanos, mientras que el PAN acusó al gobierno de querer usarla como herramienta de control político, acusación que Sheinbaum rechazó rotundamente.
Finalmente, la presidenta reiteró que el Gobierno de México no tendrá acceso directo a la base de datos de números telefónicos, ya que esta seguirá siendo administrada por las compañías de telecomunicaciones. Solo en casos de investigaciones legales y con la orden de un juez, dijo, podrían solicitarse los datos necesarios. “A nadie se le va a vigilar”, subrayó, insistiendo en que su administración respeta la privacidad y los derechos de los ciudadanos.






















