La espera tuvo frutos, ya que los comuneros de San Marcos en Mazatlán, quienes perdieron sus tierras al construirse la presa Picachos, lograron abordar al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a quien le pidieron su intervención para que se les paguen las 300 hectáreas de uso común.
Durante el breve acercamiento con el mandatario de la nación, quien era acompañado por el Gobernador, Quirino Ordaz Coppel, los hombres de campo provecharon la recta e hicieron que AMLO se comprometiera a darle seguimiento al caso.
El representante de las familias afectadas explicó, que son alrededor de 160 convenios inconclusos por los que están peleando, a fin de que todas las partes involucradas en el proceso de la presa, sean beneficiadas conforme marca la ley.