Redacción
Ciudad de México (Excelsior).- El estreno de El último rey: El hijo del pueblo, serie no autorizada sobre Vicente Fernández, ha provocado una polémica y disputa entre la familia y la empresa TelevisaUnivisión.
Luego de que un juez ordenara medidas cautelares tras la demanda levantada por la familia, para que se suspendiera el estreno y promoción de la serie basada en el libro El último rey, escrito por Olga Wornat y protagonizado por Pablo Montero, la televisora publicó un comunicado en el que expuso que están “en contra de la censura a las audiencias mexicanas” y que la producción de Juan Osorio se estrenará como lo tenían proyectado.
TelevisaUnivisión es respetuosa de la ley y de sus autoridades, pero no ha recibido notificación judicial que prohíba que salga al aire.
TelevisaUnivisión implementará todas las acciones legales para asegurar que la censura no exista sobre ningún tipo de contenidos, impresos o audiovisuales en México. Estaremos transmitiendo la serie y nos comprometemos a defender la libertad de expresión”, afirmó.
Vicente Fernández Jr., primogénito del cantante, reaccionó en un comunicado en sus redes sociales, firmado por su madre y viuda, María Refugio Abarca Villaseñor.
Vicente, que siempre fue francote, quiso contar su vida para compartirla con su público. Lo hizo firmando un contrato con Caraco Televisión para que se transmita en Netflix, porque le dieron esa confianza que no le tuvo a Televisa. Quiso además tener opinión sobre el elenco. Se escogió a Jaime Camil por ser talentoso, disciplinado y libre de escándalos.
Pablo (Montero) es un buen muchacho, pero él sabe que su imagen no es la que Vicente hubiera aprobado. Sabe que desde noviembre estaba él participando en lo oscurito, en la ilegal serie de Televisa, mientras Vicente estaba hospitalizado y luchaba por su vida, diciéndo ser amigo de nuestra familia.
Ni yo ni mis hijos queremos ni un centavo. Es un tema de dignidad. Que no me vengan con su cuento de que es un homenaje para Vicente. Es por dinero, robándose su imagen.
Vicente registró sus marcas, su nombre artístico y la ley protege su imagen. Nadie puede arrebatar esos derechos para lucrar. Eso no es libertad de expresión, es un robo”, aclaró su viuda. Anticipó que sus abogados mantendrán informado al público.