El fútbol mundial tiene un nuevo y sorpresivo monarca.
Contra todos los pronósticos, la selección de Marruecos se coronó campeona de la Copa del Mundo Sub-20 tras derrotar con una autoridad pasmosa a la todopoderosa Argentina por 2-0.
La albiceleste, gran favorita por historia y talento, fue superada por un equipo marroquí que dio una cátedra de orden táctico, disciplina defensiva y contragolpes letales.
Este logro es un hito monumental que rompe barreras.
Es la primera vez en la historia que una nación africana levanta este prestigioso trofeo, una hazaña que confirma el increíble proyecto futbolístico de Marruecos, que ya había sorprendido en el Mundial de mayores.
Hoy, el fútbol celebra un nuevo rey, uno que con justicia y un juego impecable se ha ganado el respeto del planeta. ¡Felicidades a los Leones del Atlas!
