Claudia Araujo

Culiacán, Sinaloa-. La ciudad de Culiacán tiene un sin fin de partes turísticas las cuales visitar y a su vez cuenta con espacios donde la cultura se recrea, no obstante a todo esto, en el corazón de la ciudad mejor conocida como la plazuela “Álvaro Obregón” se encuentra ubicada la Biblioteca del Kiosko, la cual se encuentra en completo abandono.

Pues varios trabajadores de los alrededores en su parte boleros, aseguran que tiene desde la pandemia que se cerró y se abandonó por completo y que hasta el momento no se le ve índices de ser reabierta, generando así un problema para la ciudad y la sociedad en general, ya que muchas de las personas indigentes la utilizan como baño para hacer sus necesidades fisiológicas.

El señor Gustavo quien labora como bolero explica que él, en lo personal no le pone atención a ese tema pues no tenía la noción que no estaba funcionando, sin embargo afirma que es necesario que las autoridades hagan algo por ella.

“No pues mira deberían que funcionen y que pongan un vigilante las 24 horas del día aquí en la plazuela, entonces aquí debe de haber un vigilante, dos policías aquí por hay mucho mal viviente adentro de la plazuela”.

Por su parte, don Juanito cliente recurrente del señor Gustavo, comenta que una biblioteca nunca se debería de destruir, al contrario lo que se debería de hacer es cuidarla y reactivarla esto para seguir fomentando la lectura en la ciudad.

“Eso es todo lo que le está faltando al gobierno, a lo mejor por accesibilidad está dejando que todas esas personas duerman ahí arriba en el Kiosko, pero si se necesita que trabaje como biblioteca ponerle más gente, cuidado y más vigilancia es lo que le falta, la biblioteca nunca se debe desaparecer, al contrario si se pudiera hacer otra mucho mejor”.

Asimismo, afirma que todavía falta mucho por fomentar la cultura en la ciudad, pues lo que más sobre sale es la violencia en vez de la cultura.

Con ello, Rosa quien tiene tiempo instalada en la plazuela haciendo masajes, asegura que hay alguien que de vez en cuando llega a dicha biblioteca a verificarla, sin embargo nunca se ve que tenga la intención de limpiarla o ponerla andar.

“No no tiene servicio, tiene mucho y ya todas las bibliotecas abrieron, nomás esta está cerrada y pues le siguen pagando me imagino yo porque viene diario”.

Esperando así, que se vuelva abrir ya que era un espacio donde toda la sociedad la utilizaba para fines educativos, desde adolescentes hasta personas mayores.

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