Según los científicos y estudiosos del tema, la transición energética se ha vuelto necesaria para salvar a nuestro planeta de los efectos producidos por el cambio climático, por lo que desarrollar energías limpias es uno de los compromisos de las Naciones Unidas para alcanzar la descarbonización establecida en el Acuerdo de París con objetivos a largo plazo para luchar contra el cambio climático y una estructura flexible basada en los aportes de los gobiernos.
De acuerdo con el portal de Enel Green Power “los gobiernos firmantes se comprometieron en limitar el aumento de la temperatura por debajo de 2° centígrados respecto a los niveles preindustriales, esforzándose por no sobrepasar el límite de 1,5°, para alcanzar cuanto antes el pico de las emisiones y llegar a la neutralidad de carbono en la segunda mitad del siglo” como parte de las soluciones al cambio climático.
En ese sentido, el coordinador del Parque Científico y Tecnológico (PCT), antes Parque de Innovación Tecnológica (PIT), de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y especialista en este tema, doctor José Ramón López Arellano, considera que, aunque las tecnologías para la descarbonización existen y son eficientes, hace falta establecer acuerdos y políticas públicas que permitan utilizarlas en todas las actividades, desde las viviendas a los transportes, incluyendo los de larga distancia, hasta la industria pesada.
“El proceso de transición sí va a llevar más de 50 años por las cuestiones de las capacidades para retener la propia energía. Hace 5 años se hizo un estudio en donde se podía aprovechar la parte de la generación de energía solar en el estado de Sinaloa, en el que decía que, si tú destinabas entre el 3 y el 5 por ciento del territorio de la entidad, podrías generar la energía necesaria para el consumo en todo México (…) pero estamos a años luz de llegar a ese tipo de acuerdos”, señaló.
Sin embargo, indicó que, gracias a la innovación continua, las tecnologías renovables van en rápido crecimiento, siendo el viento y la luz del sol, las fuentes protagonistas de la transición energética actual.
“Nosotros tenemos aquí una instalación de energía fotovoltaica y eólica, en la que nos hemos dado cuenta de que, según las mediciones, Culiacán no es una ciudad factible para la generación de electricidad a través del viento, pero que sí estamos sobrados para generar electricidad a través del sol”, dijo.
Por otro lado, habló también de las tecnologías emergentes como la energía marina y el hidrógeno, así como los sistemas de almacenamiento o de acumulación de energía, necesarios para poner remedio a la intermitencia de fuentes renovables como el sol y el viento.
“Por ello existe una alternativa en estudio que se trata de utilizar el hidrógeno, es decir que a los carros que ya tenemos, les instalamos un kit de hidrógeno que apenas está en prototipo, el cual va a eficientar el uso de la gasolina”, destacó.
Por último, López Arellano cree posible disminuir el uso de las energías fósiles como la eléctrica, mediante la instalación de paneles fotovoltaicos como los que brinda la Universidad Autónoma de Sinaloa a través del PCT y el Centro de Instrumentos en coordinación con la Dirección General de Investigación y Posgrado (DGIP) con el objetivo central de generar un impacto en la sociedad.
“Aquí me gustaría hacer un reconocimiento a la parte del rector, doctor Jesús Madueña Molina, dado que desde que llegó a la administración central, uno de sus mensajes fue el de generar carreras y líneas de investigación relacionadas con la sustentabilidad y, específicamente, con las energía renovables; en ese sentido la Dirección General de Investigación y Posgrado dirigida por el doctor Mario Nieves, está trabajando en un plan de estudios para generar desde carreras en energías renovables hasta posgrados para propiciar la investigación en cualquiera de las energías alternativas”, finalizó.