Las personas que se infectan del VIH-SIDA tienen un alto riesgo de sufrir algunos trastornos de salud mental por el hecho de tener la enfermedad, pero se les puede atender, señaló el sicólogo Israel Tavera Posada.
En conferencia de prensa que ofreció en el Congreso del Estado de Sinaloa en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, que se conmemora cada 01 de diciembre, el ponente aclaró que hay tratamientos sicológicos que ayudan mucho a estas personas.
La conferencia titulada: “Poner fin a las desigualdades y poner fin al VIH-SIDA” fue organizada por las Comisiones de Igualdad de Género y Familia y de Salud y Asistencia Social, que presiden las diputadas Almendra Ernestina Negrete Sánchez y Viridiana Camacho Millán, respectivamente.
El conferencista precisó que el tratamiento contempla técnicas que ayudan en la aceptación y manejo de la enfermedad, y se ayuda a los pacientes a cambiar los estilos de pensamiento y conductas negativas.
En el caso de las personas con VIH-SIDA, expuso que tienen el doble de posibilidad de sufrir depresión, en comparación con quienes no tienen esta enfermedad.
No obstante, remarcó que los problemas de la salud mental se pueden tratar y las personas que los tienen se pueden recuperar.
De las causas que pueden generar trastorno mental en las personas con VIH-SIDA, citó algunas, como la muerte de un ser querido o la pérdida de un empleo, experiencias negativas de la vida como abuso o traumas y factores biológicos que afectan a los genes o la química cerebral, entre otras.
Esta situación, dijo, se puede agravar por la dificultad para contarles a otras personas la situación que se enfrenta, el estigma y la discriminación, pérdida de apoyo social y aislamiento, y la dificultad para tener servicios de salud mental.
El sicólogo Tavera Posadas advirtió también que en ocasiones los medicamentos que se utilizan pueden tener efectos colaterales en la salud de las personas.
Por ello recomendó observar las señalas que mandan las personas con problemas de salud mental.
Entre estas señales citó los cambios de sentir o actuar, la pérdida de interés por actividades que suelen ser agradables y sentir pensamientos suicidas.
Lo recomendable, dijo, es que quienes estén enfermos de VIH-SIDA hablen con sus médicos sobre cómo se sienten.
Los médicos, dijo, podrán decirles si algún medicamento les está afectando o en todo caso les puede orientar con sicólogos o siquiatras.
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