Irene González
Culiacán, Sinaloa.- En lo que va de presente temporada en Sinaloa se han registrado 18 incendios forestales con una afectación de mil 475 hectáreas en los municipios de Sinaloa, Choix, Concordia, Badiraguato, Rosario y San Ignacio, informó el secretario de Desarrollo Sustentable, Carlos Gandarilla García.
El titular de la Sedesu detalló que aun y cuando se trata una cantidad de siniestros mucho menor a los registrados en años anteriores no se debe bajar la guardia ya que por la baja humedad que se registra en estos momentos y el aumento de las temperaturas provocan un ambiente muy propicio para que se presenten este tipo de siniestros.
Detalló que para combatir los incendios forestales se cuenta con brigadistas que son personal capacitado y cuenta con los equipos necesarios para prevenir estos siniestros en coordinación con las autoridades municipales, ya que lo importante es evitar que un incendio se salga de control.
“Aquí lo importante es que no se vaya a salir de control un incendio precisamente porque movería no solamente a los brigadistas, si no, movería prácticamente a todas las fuerzas que existen en el estado de Sinaloa ya sea al Ejercito, Protección Civil, a la policía y que ahorita están vamos a decir están ocupados en una tarea diferente”.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Sustentable durante el 2018 en Sinaloa se registraron 54 incendios forestales con una afectación de más de 10 mil 500 hectáreas, en 2019 la afectación fue de 7 mil 800 héctareas, siendo el daño mayor en San Ignacio.
Señaló que el inicio de los incendios forestales generalmente se da por la mano del hombre y como ejemplo mencionó el caso de la quema de socas que se presenta en las zonas agrícolas que además de poner en riesgo la seguridad de la población, provocan una fuerte contaminación al medio ambiente.
Mencionó que recientemente le hicieron llegar un vídeo del municipio de Angostura donde se estaban quemando algunas parcelas con mucha irresponsabilidad porque además existen parcelas vecinas que tienen el maíz levantado y su cosecha no trillada, poniendo en riesgo la productividad y economía de estas familias.