El avance en la vacunación contra covid-19 permite retomar las cirugías y procedimientos diagnósticos de enfermedades que representan una amenaza para la salud pública, como el cáncer cervicouterino (CaCu), cuyo tamizaje entre las mujeres mexicanas cayó cerca de 60 por ciento durante los meses más críticos de la pandemia, dijo José Antonio Duarte García, Medical Affairs Manager de Becton Dickinson (BD) México.
Al participar en la Cumbre Internacional de Soluciones Integrales e Innovación en el Diagnóstico, que reunió expertos en ginecología, oncología, microbiología, química clínica, anestesiología y enfermería de México, Colombia, Brasil, Argentina, República Dominicana, Costa Rica, Perú y Estados Unidos; Duarte García recordó la importancia de un mejor diagnóstico y monitoreo de enfermedades agudas y crónicas.
“El cáncer cervicouterino, por ejemplo, es el segundo más común entre las mexicanas de 25 a 64 años. El año pasado murieron más de 4 mil 300 mujeres por esa causa, según datos del Observatorio Global del Cancer (Globocan). Si se detecta a tiempo es curable. Para ello la prueba más recomendada es la citología cervical de base líquida (CBL), cuyo objetivo es identificar la presencia de VPH y lesiones precancerosas”, añadió Duarte García.
Además del diagnóstico oportuno de CaCu, los participantes hablaron de la importancia de la especificidad y la sensibilidad en el diagnóstico las comorbilidades en pacientes covid-19, monitoreo y tratamiento microbiológico.