El documental Vidas en la orilla, dirigido por Lucía Gajá Ferrer, participa en la Sección de Documental Mexicano del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) 2025. La cinta retoma la historia de Rosa Estela Jiménez Olvera, una joven mexicana encarcelada injustamente en Texas durante 18 años, tras ser acusada del asesinato de un menor al que cuidaba. El filme narra su vida en prisión, el proceso que llevó a su liberación y su reintegración a la libertad, así como la relación con sus hijos, Brenda y Emanuel.
Jiménez Olvera emigró de Ecatepec a Austin a los 17 años, sin documentos. En 2003, con 20 años y embarazada, fue acusada por la muerte accidental de un bebé bajo su cuidado y condenada a 99 años de prisión. Durante su encarcelamiento, sostuvo su inocencia, pero la falta de recursos impidió una defensa adecuada. En 2021, la jueza Karen Sage revocó la sentencia al determinar que su juicio original se basó en pruebas falsas y testimonios manipulados.
Lucía Gajá había documentado el caso en 2007 con Mi vida adentro, cinta que visibilizó las irregularidades del proceso y movilizó apoyo internacional. Más de una década después, la directora retomó la historia en Vidas en la orilla, filmando entre 2018 y 2020 las visitas a Rosa en prisión y su posterior liberación. Gajá explicó que las grabaciones fueron muy limitadas: solo una hora cada tres meses, con equipo mínimo. Aun así, logró retratar la fortaleza y dignidad de Rosa durante sus años de encierro.
El proyecto contó con el apoyo del abogado Bryce Benjet y del Innocence Project, quienes acompañaron a Rosa en su batalla legal. La directora destacó que el nuevo documental busca no solo evidenciar la injusticia, sino también mostrar el costo humano que estas situaciones tienen en las familias. “Estas injusticias rompen los lazos familiares; les quitan lo que más les importa: la familia”, expresó Gajá, al referirse a la separación de Rosa de sus hijos desde su encarcelamiento.
Los hijos de Jiménez, Brenda y Emanuel, participan en el documental con testimonios sobre su experiencia al crecer lejos de su madre. Gajá relató que ambos aceptaron participar tras ver Mi vida adentro, aunque Emanuel mostró reservas en algunos momentos del rodaje. La realizadora subrayó la importancia de incluir su voz, ya que su historia también refleja las consecuencias emocionales y sociales de un encarcelamiento injusto.
La directora expresó su emoción por volver al FICM, el mismo festival donde Mi vida adentro ganó el premio a Mejor Documental en 2007. Aseguró sentirse honrada y nerviosa ante la recepción del público, pues Vidas en la orilla representa un cierre emocional a una historia que ha acompañado por casi dos décadas. “Le tengo muchísimo amor a este proyecto; ha sido importante para mí, para Rosa y para todos los que creyeron en su causa”, dijo.
Lucía Gajá, reconocida por su trayectoria documentalista y galardonada por la UNAM con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, continúa trabajando en nuevos proyectos, entre ellos un retrato íntimo sobre la fotógrafa Graciela Iturbide y su primer largometraje de ficción. Mientras tanto, Vidas en la orilla se presenta como un testimonio conmovedor de resistencia, justicia y esperanza, que reafirma la capacidad del cine para transformar realidades.
