En vida libre las crías y los geriátricos son los ejemplares que están en mayor riesgo de perder la vida ante las intensas temperaturas. En los zoos se les mantiene bajo temperaturas controladas.
Las instituciones zoológicas y acuarias de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) han estado implementando diversas medidas para evitar que los animales silvestres bajo cuidado humano sufran deshidratación, golpes de calor o afectaciones a su salud por las elevadas temperaturas que hemos registrado en gran parte del país, informó Ernesto Zazueta, Presidente de la Asociación.
Dentro de los planes de manejo de cientos de especies de fauna silvestre que viven bajo cuidado humano en las UMAS y PIMVS de la AZCARM existen una serie de medidas que están planeadas de manera previa a que se presente una contingencia climática en los diferentes estados de la República en donde hay zoológicos, acuarios y criaderos miembros de la asociación.
Es por ello que ante la tercera ola de calor que provocó temperaturas de 40 a 45 grados en buena parte de nuestro país y ante la alerta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sobre que el territorio nacional tendrá que afrontar una cuarta ola de calor que se prevé arranque la primera semana de julio en la que algunos estados de la República podrían alcanzar hasta los 50 grados de sensación térmica, los encargados de bienestar animal así como aquellas personas responsables de proporcionar enriquecimiento ambiental han puesto en marcha dichas medidas para proteger a los animales del intenso calor.
Diariamente se les ha estado proporcionando frutas y verduras congeladas. A los animales carnívoros también se les dan cubos de hielo con sangre y provisiones de carne y pollo. Esto, además de ayudarles a afrontar el calor, estimula comportamientos similares a los que el animal haría en vida silvestre ayudándoles a disminuir situaciones de estrés. De igual forma en aquellos albergues en donde hay espejos de agua, algunas instituciones les han colocado barras de hielo para que puedan refrescarse.
Zazueta Zazueta explicó que si bien no es necesario cambiar la alimentación de los ejemplares, si es muy importante evitar, durante toda esta temporada, que los alimentos se echen a perder, por ello indicó que se pone especial cuidado en aquellos que tienen un menor tiempo de caducidad, y dijo que se les alimenta con cantidades
más pequeñas, pero de manera más frecuente, y que se les mantiene hidratados las 24 horas del día.
“El primer instinto de animales y humanos para evitar el calor es alejarse de él, ya sea refugiándose en sitios frescos y sombreados o mojándose, por ello los albergues de nuestras instituciones están diseñados y aprobados por las autoridades desde antes que lleguen los animales, para que no sea necesario tener que construir algo exprofeso durante una contingencia ambiental como esta ola de calor. Prácticamente todos cuentan con áreas de sombra y algunos con espejos de agua, albercas o estanques. Y en esta temporada se deja crecer aún más la vegetación en todos los centros de conservación para que tengan más espacio para resguardarse”, detalló.
Precisó que los ejemplares más vulnerables a las altas temperaturas son los muy jóvenes o los geriátricos. De hecho lo expertos han advertido que los efectos del calor pueden provocar de manera inmediata un descenso en vida silvestre en el número de retoños hábiles del año y un aumento de muertes de individuos adultos, situación que no afectarían a la conservación de la biodiversidad si las contingencias se dieran esporádicamente, pero desafortunadamente, la previsión es que las olas de calor irán aumentando tanto en frecuencia como en elevación de temperatura por el cambio climático.
“Esta es otra de los grandes ventajas de tener a las especies bajo cuidado humano, pues, siempre que es necesario, a los ejemplares que son recién nacidos y a los geriátricos, los mantenemos bajo temperaturas controladas, precisamente para evitar su muerte, pero en vida libre cada vez están muriendo más y más individuos reviene nacidos por el cambio climático. Las afectaciones del calentamiento global y del deshielo son tan graves que poblaciones completas de diversas especies están desapareciendo, por ello la importancia de los zoos”.
En este sentido, el Presidente de la AZCARM compartió que es una realidad que los gastos de mantenimiento, manejo y conservación de fauna silvestre de cada institución han incrementado considerablemente en este último mes por el aumento en el consumo de agua y de hielo, y porque han consumido mucha más luz para mantener en refrigerio la mayor parte de los alimentos y evitar que se echen a perder, y también por el elevado uso de energía eléctrica para tener encendidos loa climas o espacios de ventilación especiales para las crías, y animales geriátricos y/o enfermos.
“Bajo cuidado humano es muy importante que los animales, puedan desarrollar sus comportamientos naturales y que las instalaciones donde habitan se los permitan. Por ello con o sin contingencia climática, con mucho calor, con frío o lluvias los animales deben tener garantizadas sus cinco libertades que dan paso a su bienestar: Libertad de alimentación e hidratación, de ambiente apropiado, de buena salud, de bienestar emocional y de expresar su comportamiento natural o normal. Y en eso es en lo que trabajamos todos los días”, recalcó.
Finalmente, Ernesto Zazueta comentó que es muy importante tomar en cuenta que los efectos del calor sobre las especies silvestres dependen directamente de la fisionomía de cada unas. Por ejemplo, el color de los animales en general si puede ser una determinante para que puedan adquirir cáncer por la exposición al sol. Los animales que más comúnmente llegan a presentar esta enfermedad son el ganado, tigres, perros y gatos domésticos de color blanco que debido a la selección artificial tienen este color que les ponen un mayor riesgo.
En tanto, la mayoría de los mamíferos pueden activar mecanismos como sudoración y jadeo para generar enfriamiento por evaporación cuando incrementa significativamente su temperatura corporal. Además los que tiene pelaje suelen tener redes especiales de vasos sanguíneos para el intercambio de calor que se ubican en zonas de piel sin pelo. Y los cambios de hábitos como baños con agua-barro son otros mecanismos para reducir la temperatura corporal, como lo están haciendo los elefantes durante esta temporada y siempre que hace mucho calor.