La violencia que se ha registrado en la zona norte de Culiacán ha afectado gravemente al sector ladrillero, donde la falta de ventas y la paralización de la producción mantienen a decenas de familias en una situación económica crítica.
Raúl Zazueta, representante de los ladrilleros en esa zona, explicó que la actividad se encuentra prácticamente detenida.
“Desde que inició el problema de la violencia, no han vendido ladrillos y eso ha creado un problema económico tremendo, la gente no tiene que comer, así de sencillo”.
De acuerdo con el dirigente, actualmente hay alrededor de cuatro millones de piezas de tabique sin vender, lo que ha provocado despidos y la necesidad de rematar el producto a precios muy bajos.
Aunque mencionó que sí han recibido apoyo gubernamental, consideró que este resulta insuficiente.
“Les dieron un apoyo pequeño de dos mil quinientos pesos, imagínese, para sostenerse todo un año, pues no es difícil”.
El representante añadió que el sector sigue esperando medidas más efectivas para poder reactivar su economía y mantener los empleos en las ladrilleras del norte de la ciudad.
