Rusia ejecutó el domingo un ataque aéreo masivo sobre Kiev y varias ciudades ucranianas que se prolongó durante más de 12 horas. Según el presidente Volodímir Zelenski, fueron lanzados casi 600 drones y 48 misiles, en una ofensiva que calificó como “terror deliberado” contra la población. Las autoridades confirmaron al menos cuatro muertos en la capital, entre ellos una niña de 12 años, y más de 70 heridos en todo el país.
La Fuerza Aérea Ucraniana detalló que cinco misiles y 31 drones lograron evadir las defensas, mientras más de 1,500 rescatistas fueron desplegados en 11 regiones. Los ataques dañaron instalaciones críticas, como el Instituto de Cardiología, además de viviendas, una panadería industrial y una fábrica de neumáticos en Kiev. También resultaron afectados la embajada de Polonia y la oficina de la Unión Europea.
En Zaporiyia, al sur de Ucrania, al menos 38 personas resultaron heridas tras impactos de cohetes que dañaron 14 edificios residenciales. Hubo también reportes de ataques en Odesa, Sumy y otras regiones. Zelenski advirtió que el número de víctimas podría aumentar y prometió que Ucrania responderá, al tiempo que pidió a sus aliados mantener la presión internacional sobre Moscú.
Este ataque refleja la escalada de bombardeos rusos, que en los últimos meses han buscado saturar las defensas aéreas ucranianas. Moscú ha incrementado el uso de drones de ataque, mientras Ucrania intenta contrarrestar con nuevas tácticas, como helicópteros equipados contra drones, y espera más sistemas Patriot de sus aliados. Zelenski afirmó que uno de estos sistemas, recientemente entregado, ya ha salvado miles de vidas.
El mandatario ucraniano también alertó sobre las ambiciones del Kremlin más allá de su país, citando incursiones de drones y cazas rusos en espacio aéreo de la OTAN. Señaló que Rusia busca debilitar el apoyo occidental a Ucrania y sembrar dudas en Europa sobre la necesidad de continuar con la ayuda militar.
El ataque del domingo, ocurrido tras la Asamblea General de la ONU, fue interpretado por Kiev como una demostración de fuerza de Moscú frente a la comunidad internacional. Para Zelenski, este tipo de ofensivas confirman que Rusia pretende desgastar a la sociedad ucraniana y presionar a sus aliados, lo que añade urgencia a fortalecer los sistemas de defensa aérea en los próximos meses.






















